El presidente Lenín Moreno habló este viernes ante los medios e hizo pública una denuncia contra Rafael Correa por haber dejado en el despacho presidencial una cámara oculta, que monitoreaba desde su teléfono móvil, sin haberle informado.
La cámara oculta, según la denuncia presidencial, fue instalada hace siete u ocho años por orden del entonces presidente y “todo el Servicio de Protección Presidencial anterior sabía de su existencia”, sentenció al respecto Lenín Moreno.
“Lo gracioso es que todo el mundo sabe que todos los días a las 8.00 se hace un barrido a las cámaras”, explicó el actual mandatario, al dar a entender que de forma intencionada se evitaba el control rutinario de los equipos, manteniendo en ese momento la cámara apagada para después poder “encenderla cuando quieran”, según sospecha el presidente que lleva en el cargo desde el 24 de mayo.
“Sucede que el día de ayer estaba funcionando y no sabemos cuántas veces ha estado funcionando, porque fue por casualidad que el Servicio de Protección Presidencial se acercó, sintió algo caliente la pared y se dio cuenta de que la cámara estaba encendida”, explicó Moreno.
El titular del Ejecutivo reclamó explícitamente a los miembros del cuerpo de seguridad de Correa y al exmandatario por no haber tenido “la delicadeza” de informarle de que había cámaras instaladas en su despacho en el Palacio de Carondelet, en Quito.
El hallazgo, denunciado públicamente, evidenció una vez más el distanciamiento entre Lenín Moreno y su predecesor en el gobierno de Ecuador. Correa no dejó espacio para el silencio y a través de su cuenta de Twitter, escribió: “¡Cámara oculta manejada desde mi celular!. Si el presidente Moreno prueba aquello, que me vaya a la cárcel. Si no, que renuncie a la Presidencia, ni siquiera por malo, sino por ridículo. ¡Qué vergüenza!”, publicó el líder de la autodenominada Revolución Ciudadana.