Los trabajadores aún no percibieron sus salarios y desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) advirtieron que de no contar este viernes con el pago, comenzaría una medida de fuerza por tiempo indeterminado que volvería a dejar a Villa Gesell sin transporte público de pasajeros.
La situación se da a poco más de dos semanas del último conflicto, que comenzó con el mismo reclamo de los choferes de la línea 504 por la falta de pago y se extendió durante varios días en protesta por las condiciones laborales.
Ante un nuevo incumplimiento de la empresa El Último Querandí, que conduce Gustavo Pereyra, el servicio de colectivo para los geselinos vuelve a peligrar y en caso de concretarse la medida, sería por tiempo indeterminado, lo que suma aún más incertidumbre sobre el funcionamiento del transporte público.
Desde la firma han buscado en reiteradas oportunidades una nueva suba en el costo del boleto, algo que el Ejecutivo a cargo de Gustavo Barrera a negado por considerar que es violatorio del pliego de bases y condiciones. De hecho, el Concejo Deliberante ya ha anunciado que el aumento del colectivo se tratará recién en noviembre para que el incremento rija a partir de 2018.