Por escasa mayoría, la Cámara de Diputados convirtió en ley a la propuesta de Mauricio Macri para reducir las jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo durante el año 2018. La sesión duró más de 17 horas, mientras afuera del Congreso se desataron actos de violencia, acompañados de represión policial, y luego cacerolazos espontáneos para repudiar la medida.
Al modificarse el sistema de actualización de los haberes jubilatorios, durante el próximo año algunos de los sectores más vulnerables de la sociedad sufrirán recortes para que el Gobierno nacional logre un “ahorro”. Esto fue avalado por 127 diputados: el oficialismo fue acompañado por legisladores del interbloque Argentina Federal, que responden a gobernadores del PJ.
En contra se expresaron el Frente para la Victoria, el Frente Renovador, los diputados de Izquierda y Compromiso Federal, quienes sumaron 118 votos en contra de la reforma previsional.
Afuera se vivió una batalla campal. Una gran multitud se acercó hasta las inmediaciones del Congreso para manifestarse. Hubo quien lo hizo de manera pacífica, pero los grupos más radicalizados y minoritarios tomaron protagonismo al enfrentarse con los efectivos de las fuerzas de seguridad. Destrozos, detenidos y heridos fueron los resultados.
Sin embargo, mientras la sesión continuaba y se extendía, durante la madrugada volvieron los cacerolazos. De manera espontánea y en diversos puntos -especialmente en la plaza de Los Dos Congresos- se escucharon las cacerolas para hacer notar el descontento popular con la medida tomada por el gobierno de Macri y avalada por un grupo de legisladores.