La oficialización llegará más temprano que tarde, quizá durante este lunes o a lo largo del martes, pero finalmente, dos semanas después de la eliminación de la Argentina de la Copa del Mundo, la AFA consiguió que Jorge Sampaoli deje el cargo de entrenador de la selección.
El viernes arribó al país Fernando Baredes, abogado y representante de Sampaoli y se aceleró la desvinculación, más allá de las declaraciones del presidente Tapia, que desplegó su última carta condicionante: «Sampaoli es el técnico de la selección, tiene contrato y tiene que ir a dirigir al torneo de la L’Alcúdia. Tiene que ir él, ya está designado. Los hombres de bien cumplen su palabra y él dio su palabra», lo presionó el directivo.
Para entonces, el entrenador ya tenía decidido no viajar al certamen juvenil y terminó de entender que su posición de fragilidad no aceptaba resistencia.
El contrato de Sampaoli con la AFA era por cinco años, hasta el Mundial de Qatar 2022, y la ruptura implicaba una suma millonaria; casi 9 millones dólares. Una cláusula de salida al término de la Copa América de Brasil, a mediados de 2019, reducía la indemnización a poco más de un millón. Demasiado tiempo para los planes de Tapia. El acuerdo alcanzado en las últimas horas del sábado rondaría 1.800.000 dólares, pagadero en cuatro o seis cuotas.