China inauguró el puente más largo del mundo sobre el mar
El proyecto, a prueba de terremotos y tifones, es un complejo alarde de ingeniería con 400.000 toneladas de acero y una parte sumergida, la del tramo central, compuesta por un túnel de 6,7 kilómetros bajo el mar conectado con el resto del trayecto a través de dos islas artificiales.
La colosal obra mide 55 kilómetros, costó cerca de 20.000 millones de dólares y su construcción duró nueve años.
La ejecución de infraestructuras de semejante calado es una muestra de poderío para el gobierno chino y el puente es una de las joyas dentro de la ambiciosa iniciativa de conexiones mundiales conocida como nueva Ruta de la Seda.
En 2008 el año antes de que empezaran las obras, un estudio preveía que el puente sería atravesado diariamente por 171.800 pasajeros en 33.100 vehículos. Pero en 2016, según admitieron a comienzos de este año funcionarios de Hong Kong, las expectativas se rebajaron a 126.000 pasajeros y 29.100 vehículos.
El puente representa la segunda gran obra de infraestructura que se inaugura este año y comunica Hong Kong con la ciudad de Zhuhai, en la China continental, después de que en septiembre se abriera un servicio de ferrocarril de alta velocidad que enlaza la excolonia británica con Cantón.
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