El país podrá acceder a fondos para amortiguar impacto de desastres naturales
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo contingente por 300 millones de dólares, que permitirá a Argentina acceder a fondos en caso de inundaciones y terremotos severos o catastróficos. Se busca así mitigar los efectos que estos desastres naturales puedan ocasionar sobre las finanzas públicas del país.
El préstamo se otorgó bajo la “Facilidad de Crédito Contingente para Emergencias por Desastres Naturales”, una de las herramientas innovadores del BID para “fomentar un enfoque integrado de gestión financiera de riesgos de desastres naturales, basado en la planificación y el financiamiento anticipado”, según remarcaron desde el organismo de crédito.
La operación se estructura como una cobertura financiera de rápido acceso y costo eficiente para hacer frente a los gastos públicos extraordinarios que surjan a partir de ese tipo de emergencias, cuya ocurrencia “puede ejercer presiones sobre el gasto público y complicar los esfuerzos del gobierno de avanzar hacia una posición fiscal más sólida”, agregaron.
El organismo ejecutor del programa será el Ministerio de Hacienda, con el apoyo de la Secretaría de Protección Civil del Ministerio de Seguridad de la Nación, en el marco del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil (SINAGIR).
Según remarcaron desde el BID, “Argentina es un país altamente expuesto y vulnerable a la ocurrencia de desastres naturales”. En esta línea, mencionaron que en los últimos 50 años, “58 inundaciones severas y 3 terremotos fueron reportadas en el país”.
Esto afectó a más 14 millones de personas y provocó más de 10.000 millones de dólares en pérdidas. Además, las autoridades del organismo enfatizaron en que “a medida que se intensifican los efectos del cambio climático, la recurrencia de fenómenos climáticos extremos podría aumentar en el país”.
El préstamo solo se activaría ante desastres naturales, y en caso de que el país hiciera uso del mismo, el financiamiento del BID tendría un plazo de 25 años, con un período de gracia de 5,5 años y una tasa de interés basada en LIBOR.
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