Si bien la hipótesis de la intencionalidad se mantiene fuerte y vigente, las dimensiones que tomó el incendio en la reserva de Valeria del Mar se explican también por el llamado “factor de los 30”: más de 30 grados de temperatura, más de 30 kilómetros por hora en las ráfagas de viento y menos de 30% de humedad. Así lo explicó el jefe de los Bomberos Voluntarios de Pinamar, Hugo Curuchet, quien además confirmó, en diálogo con Telégrafo, que uno de los aviones hidrantes se quedará toda la temporada en Pinamar.
Curuchet, quien este lunes se mostró conmovido por la ayuda de la población durante el siniestro, remarcó que el incendio ya está sofocado y controlado totalmente, sin peligro de reiniciarse. Al igual que lo dicho por el intendente Martín Yeza y el ministro de Ambiente Sergio Bergman, el Jefe de Bomberos entendió que el hecho se presupone intencional. En esta línea, señaló que en el lugar observaron “dos focos de incendio, uno distante del otro en unos 800 metros”, algo que desde su experiencia técnica “es muy difícil que ocurra de manera natural”.
No obstante, Curuchet subrayó que las proporciones que tomó luego el siniestro fueron generadas por el llamado “factor de los 30”, es decir la combinación de más de 30 grados, más de 30 kilómetros por hora en las ráfagas y menos de 30% de humedad.
En cuanto a los daños, el Jefe de Bomberos reafirmó que se quemaron 50 hectáreas de bosque desde la ruta 11 hacia el mar y desde el casino de Valeria del Mar hacia la rotonda de acceso a la ciudad. Asimismo, quedó destruida una unidad adaptada para la topografía del lugar, la “unimog”. “Es una pérdida importante, tanto por lo sentimental como por lo monetario”, recalcó.
Respecto a los recursos, Curuchet destacó que participaron entre todos los destacamentos de la zona un total de 120 bomberos con 25 unidades. Los aviones hidrantes enviados por Nación ya se retiraron, pero uno quedará toda la temporada en Pinamar.