Agroquímicos: evaluarán durante un año el nuevo protocolo fitosanitario
Foco de las críticas de múltiples organizaciones y ciudadanos desde hace meses, cuando se supo que el 1 de enero pasado entraría en vigencia una polémica resolución sobre la regulación de las fumigaciones, el gobierno bonaerense decidió suspender esa reglamentación por el lapso de un año.
Aunque en una primera instancia el ministro de Agroindustria Leonardo Sarquís justificó la aprobación de la resolución en el hecho de que la misma debía adherirse a la ordenanza que cada municipio tiene en ese rubro, el funcionario de Vidal aceptó suspenderla por 12 meses para que se hagan análisis más exhaustivos al respecto.
Las pautas para la aplicación de agroquímicos en los campos bonaerenses son confusas, diversas y débiles, específicamente en el resguardo de la salud de los ciudadanos que residen en cercanías de cultivos y zonas rurales.
Organizaciones no gubernamentales y cátedras universitarias de medicina le habían solicitado a la gobernadora, María Eugenia Vidal, que derogue la resolución por considerar que la norma no precisa las distancias mínimas e incluye terrenos linderos con poblados y escuelas.
Sarquís anunció además que se creará un equipo de trabajo técnico multidisciplinario e interinstitucional con el objeto de elaborar un protocolo específico de aplicación en la zona de amortiguamiento, en el marco de las Buenas Prácticas Agropecuarias, de Aplicación de Fitosanitarios.
El mientras tanto
Sobre las aplicaciones actuales, disuelta la resolución hasta el 2020, el gobierno bonaerense especificó que: «Deberá abstenerse en forma total de realizar aplicaciones y pulverizaciones de fitosanitarios, en los lotes que linden con establecimientos educativos, campos de bombeo o baterías de pozos para el abastecimiento público, cuerpos y cursos de agua emplazados en el área rural».
Sin embargo, la normativa temporal añade, sobre las aplicaciones de agroquímicos: «Si las mismas se tuvieran que realizar por alguna razón estrictamente justificada, fuera y lejos de los horarios de clases, y de otras actividades, y post finalización de las mismas, y siempre y en todos los casos sin presencia alguna de personas o animales, sólo si o si podrán hacerse, las que cuenten con la intervención de un profesional ingeniero agrónomo matriculado, autorizando y documentando las mismas previamente, siendo responsable ante las autoridades locales de dicha práctica y sus consecuencias».