El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, realizó este miércoles una extensa presentación en la comisión de Libertad de Expresión del Congreso nacional, en el marco de la causa que investiga al fiscal Carlos Stornelli y el falso abogado Marcelo D’Alessio por presunta extorsión. Aseguró que más allá del hecho inicial que motivó la denuncia, se descubrió una «red de espionaje político y judicial ilegal de grandes magnitudes«.
El magistrado, que tiene la causa bajo su órbita porque el supuesto intento de extorsión al productor agropecuario Pedro Etchebest sucedió en Pinamar, realizó una exposición sobre el contenido de la causa y las dificultades que tiene para llevar adelante la investigación, al tiempo que contestó preguntas de los diputados presentes. Los legisladores de Cambiemos directamente no se presentaron en la comisión.
El caso es complejo y tiene ramificaciones que, de acuerdo a Ramos Padilla, incluso “puede perjudicar las relaciones con Estados Unidos, con Venezuela, con Israel y con Uruguay”, dado que “esta organización tuvo incidencia en distintos ámbitos de incumbencia de estos países”.
“El Estado no puede valerse del espionaje ilegal para producir pruebas. Cuando se cae en espionaje político e ideológico se afecta gravísimamente el Estado de Derecho”, advirtió el juez, quien además consideró que “estamos hablando de una organización paraestatal con vinculaciones de todo tipo”.
El magistrado mostró pruebas fotográficas y reprodujo hasta audios de whatsapp, uno de ellos supuestamente dirigido a la diputada de Cambiemos Paula Oliveto. Hizo referencia además la relación de D’Alessio con la prensa –era citado como especialista por importantes medios como Clarín y La Nación- lo que “permitía que sus operaciones de acción psicológica sean mucho más intensas”.
Respecto de cómo funcionaba esta asociación de espionaje ilegal, señaló que existía “recopilación de información, producción de inteligencia y el almacenamiento de datos sensibles de manera paralela a las causas judiciales, que se utilizaban para luego llevar a cabo acciones coactivas intimidatorias y extorsivas con la finalidad de influir en causas judiciales”.
Ramos Padilla explicó que en los allanamientos a D’Alessio se hallaron “documentos, legajos de inteligencia, cuadernos con anotaciones acerca de los hijos, esposas, de los allegados que eran objetivos, elementos de espionaje tales como cámaras ocultas entre llaveros, drones, un arma que llamó la atención de todos”.
Entre estos elementos, el juez federal de Dolores precisó que se encontraron “informes de inteligencia que tienen el sello de la Embajada de Estados Unidos”, aunque señaló que se desconoce su autenticidad. También mencionó que se consultó a la Embajada estadounidense sobre los vínculos con D’Alessio y no obtuvo respuesta.
Ramos Padilla recalcó que podría haber diputados “usuarios de esta red”, como también otros fiscales –además de Stornelli-, jueces y funcionarios públicos, aunque advirtió que muchos podrían haberse visto “engañados en su buena fe”.
Puntualmente hizo referencia a dos casos posiblemente orquestados por D’Alessio: una supuesta coacción sobre Gonzalo Brusa Dovat, exdirectivo de la empresa petrolera venezolana PDVSA que denunció los vínculos con funcionarios kirchneristas; y una cámara oculta que habría buscado hacerle Stornelli a José Manuel Ubeira, abogado del extitular de Yacyretá, Oscar Thomas, y de Federico Elaskar, en una causa por lavado de dinero.
“Esta es una investigación que más que encarcelar personas tienen que traer claridad. En algunas casos, uno ve detenciones apresuradas que se realizan por parte de la Justicia, pero la metodología de este juzgado es dar oportunidad a los involucrados de aclarar su situación y una vez ahí tomar la decisión procesal”, sentenció Ramos Padilla en su paso por el Congreso.