La Asociación de Naturalistas Geselinos y más de 20 organizaciones ambientales de todo el país solicitaron a las autoridades de las comisiones de Salud, Industria y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación, el pronto debate del proyecto de ley que prohíbe los productos cosméticos y de uso odontológico que contengan microplásticos, como una primera medida para frenar la contaminación de los océanos.
El proyecto en cuestión busca la prohibición de la producción, importación y comercialización de productos cosméticos y de higiene oral de uso odontológico que contengan micro-perlas de plástico añadidas intencionalmente, a partir del día 31 de diciembre del año 2020.
La ley contempla otorgar un período de transición para que las empresas fabricantes y comercializadoras incorporen alternativas no plásticas a sus productos y establece sanciones para aquellas empresas que no lo cumplan.
El impacto del plástico
Las crecientes cantidades de residuos plásticos vertidos en los océanos están generando una grave crisis ambiental y sanitaria. Más del 80% de la basura marina es de origen terrestre, es decir, resultado de residuos mal gestionados en tierra que son arrastrados por cursos de agua y ríos hacia los océanos. Se calcula que cada año se vierten a los mares y costas más de 9 millones de toneladas métricas de plásticos, especialmente de envases y embalajes de un solo uso. Cerca de 1 millón de toneladas serían microplásticos.
Los microplásticos son ítems de dicho material menores a 5 mm, que pueden ser agregados intencionalmente a diferentes productos por parte de la industria o pueden resultar de la degradación en el ambiente de plásticos más grandes. En ambos casos, sus impactos generan cada vez mayor preocupación.
La ingesta accidental de microplásticos por parte de organismos marinos representa un riesgo comprobado. Y también podría serlo para la salud humana como consecuencia de su acumulación e ingreso en la cadena alimentaria. En Argentina, un estudio de 2018 de la Universidad Nacional de La Plata y del Conicet detectó, por primera vez, microplásticos en el tubo digestivo de surubíes, sábalos, pejerreyes, carpas y otros peces de consumo humano en las costas del Río de la Plata y zonas adyacentes.
Las organizaciones que se movilizan: Círculo de Políticas Ambientales; Fundación Vida Silvestre Argentina, Aves Argentinas, Instituto Conservación de Ballenas, Wildlife Conservation Society (WCS), Global Penguin Society (GPS), Aquamarina, Fundación Temaiken, Fundación Félix de Azara, Surfrider Argentina, Fundación Biodiversidad, Fundación Bioandina, Fundación Cabureí, Fundación de la Tierra, Asociación Naturalistas Geselinos (Villa Gesell), Museo de Ciencias (Bahía Blanca), Asociación Amigos del Parque Costero del Sur (Punta Indio), Fundación Asistencia Animales Marinos – FRAAM (Bahía Blanca), Santa Lucía Ecológica (San Pedro), Fundación Cethus, Los Verdes y Fundación Metropolitana.
Acciones inmediatas
Las asociaciones ambientalistas consideran que Argentina no debe quedarse atrás y debe actuar inmediatamente para adoptar medidas y formular políticas públicas que aborden esta problemática que cada día genera más impacto y preocupación nacional e internacional.
Muchos países están avanzando en la prohibición de los usos de microplásticos en diferentes sectores industriales que los añaden a sus productos, tal como es el caso de la industria cosmética. En el Reino Unido se prohibieron los microplásticos en los cosméticos en 2018.
Accedé al proyecto de ley elevado ante la Cámara de Diputados de la Nación