La OMS incluirá al síndrome del trabajador trastornado en su lista de enfermedades

La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que el síndrome del trabajador quemado (burnout) figurará en la próxima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como un problema asociado al empleo o al desempleo.

Este trastorno, asociado al estrés crónico en el trabajo, ya estaba en la anterior edición del catálogo (de 1990), pero en un epígrafe más inconcreto (problemas relacionados con dificultad en el control de la vida).

La nueva clasificación entrará en vigor en 2022 y los expertos apuntan a que este cambio dará visibilidad a la dolencia. Al estar vinculado a un problema en el trabajo, también facilitará la gestión de bajas e incapacidades.

El síndrome de desgaste emocional, como se cita en la nueva clasificación, está asociado al estrés crónico en el trabajo, se caracteriza por una despersonalización de las tareas, un desgaste emocional y físico, y bajo rendimiento.

Los profesionales coinciden en que este trastorno afecta más a trabajadores que tienen empleos relacionados con la atención a las personas. Por ejemplo, médicos, enfermeras, cuidadores no profesionales o funcionarios de prisiones.

Según los especialistas, se estiman que el burnout afecta al 10% de los trabajadores y, en sus formas más graves, a entre el 2% y el 5%.

En muchos países del mundo, el burnout no es una enfermedad profesional, pero hay sentencias que lo reconocen como un accidente de trabajo. Quedará pendiente en cada lugar tratar el tema luego en el ámbito legislativo.

Lo más común es el perfil de afectados que responden con indiferencia a su trabajo como fórmula para protegerse contra el desgaste emocional.

 

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