Con una inversión de 676 millones de dólares, el llamado plan maestro del río Salado se encuentra en su cuarta etapa de ejecución. Según aseguró el gobierno de la provincia de Buenos Aires, la obra es la más grande en realización en todo el país en el rubro hidráulico y de protección de inundaciones.
La titular del Ejecutivo bonaerense, María Eugenia Vidal, supervisó en los trabajos desde Roque Pérez acompañada por el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia, Roberto Gigante; y por el subsecretario de Asuntos Municipales bonaerense, Alex Campbell.
La mega obra se extiende sobre 55 municipios, beneficiará a 200 mil bonaerenses de manera directa y mejorará la calidad de vida de 1.4 millones de personas de manera indirecta. Una vez finalizados, los trabajos permitirán recuperar un millón de hectáreas en una de las zonas más productivas de Argentina.
La visita de Vidal se realizó en el tramo IV, de 34 kilómetros sobre el río, donde trabajan tres máquinas dragadoras para mejorar la capacidad de drenaje del agua. Allí se realiza una canalización mediante el ensanche y profundización del río que se inicia a partir del Puente Caminero (que une la localidad de Carlos Beguerie con las ciudades de Lobos y San Miguel del Monte), hasta el puente de la RN 205.
En ese tramo el Ministerio de Infraestructura bonaerense construye actualmente sobre el Salado los puentes Romero (en San Miguel del Monte) y Beguerie (en Roque Pérez), que a partir de la obra de canalización tendrá un cauce más ancho y más profundo.
De acuerdo a lo descripto por el gobierno de Vidal, los principales objetivos de la inversión son adecuar, ensanchar y profundizar el cauce del río para permitir su escurrimiento y así reducir los impactos negativos que tienen las recurrentes inundaciones y sequías en la economía de la cuenca.