Los holandeses que pueden cambiar el futuro de la provincia de Buenos Aires
El porvenir de cualquier región del mundo es una incógnita. Pero el del territorio bonaerense, específicamente en la zona de la cuenca del río Salado, está enmarcado en un asunto que preocupa: el manejo de su hidrografía, algo directamente relacionado con el futuro de miles de hectáreas, muchas de ellas de las más prósperas que existen en toda la provincia.
Desde hace largo tiempo, especialistas argentinos analizan un plan hídrico para la región con una ayuda fundamental: el equipo de trabajo de la Dutch Water Authorities (DWA), el principal organismo hídrico de Holanda.
En esa nación europea se ha realizado un trabajo de recuperación de tierra y manejo del agua de los más destacados en el planeta. El nombre del país, Nederlanden («Tierras bajas»), refiere justamente a que una parte del norte y oeste de su territorio se encuentra por debajo del nivel del mar, lo que ha generado severas complicaciones en el pasado.
Para hallar una solución a la problemática como sucedió en Holanda, en la Argentina aún hay mucho por hacer. Por tal motivo se llevó a cabo la Conferencia Binacional Gestión Integral del Agua Argentina-Holanda, un encuentro con sede en el edificio El Palacio de Aguas Corrientes en la ciudad de Buenos Aires.
Funcionarios y especialistas abordaron el caso de los municipios más involucrados en el tema, en la búsqueda de lograr un equilibrio en la gobernanza del agua y replicarlos en otros distritos.
Presente en el lugar, el Ministro de Agroindustria Bonaerense, Leonardo Sarquís, destacó la importancia del asunto: “No vemos otra forma de producir si no es con un manejo focalizado y eficiente del agua”.
Sarquís aseguró que para el actual gobierno bonaerense, las obras hídricas e hidráulicas son claves. “Se están haciendo trabajos como hace 30 años no se hacían y tenemos que aprender de los que más saben que son los holandeses”.
El plan piloto prevé remediar problemáticas tales como inundaciones, intrusión salina, desarrollo productivo local, calidad del agua y falta de mantenimiento de las obras de desagüe existentes.
Respecto al proyecto, Sarquís resaltó: “Se trata de un muy claro ejemplo de Participación Público Privada donde los productores se hacen cargo de una parte, la Provincia de otra y los municipios de otra».
En la conferencia, los participantes expusieron el caso del partido de General Lavalle como un modelo a seguir, con una ubicación aguas abajo del río Salado, lo que convierte al distrito en depositario de las problemáticas del resto de la cuenca.
Del encuentro participaron también referentes del sector productivo y el intendente del partido de General Lavalle, José Rodríguez Ponte, quien analizó el temario desarrollado: “Yo creo que con un manejo sostenido y contenido del agua, de los 70 mil terneros que se sacan por año en nuestro partido podrían sacarse 50 % más como mínimo”.
En esa línea, el jefe comunal destacó el impacto en la región del trabajo que se realiza sobre la gobernanza del agua, dividido en tres etapas: un diagnóstico técnico que ya se realizó, una segunda fase en la que se pensaron modelos de manejo de agua adecuados y una próxima de resultados concretos: ”Éste plan de Lavalle no soluciona el problema solamente de nuestro partido sino de toda una cuenca que desagota en Lavalle”, enfatizó.
”Esto no solo favorece a los 6 mil habitantes que tiene el partido, sino que llegará a 300 mil personas porque las aguas que desagotan en Lavalle provienen de Tandil, Rauch, Ayacucho, Maipú, General Madariaga, Guido, Tordillo e inclusive, La Costa”, describió el intendente a continuación.
Al finalizar, destacaron especialmente el trabajo de la Embajada de Holanda con los gobiernos nacional y provincial y la labor permanente del trabajo en equipo de Agroindustria con Hidráulica y ADA.
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