Se instalaron las ‘libroderas’ en las paradas de colectivo de Mar Azul

Con el objetivo de fomentar la lectura y el arte, la secretaría de Cultura de la municipalidad de Villa Gesell puso en marcha el proyecto “Libroderas, alimenta tu mente”. Así, se restauraron heladeras viejas para convertirlas en bibliotecas comunitarias y se instalaron en las paradas de colectivos de Mar Azul.

La iniciativa cultural fue presentada a la comunidad por el secretario de Cultura, Educación y Deportes municipal, Manuel Artieda, y el encargado de la Casa de la Cultura Mercedes Sosa, Nanny Cogorno.

Las “libroderas” ya se encuentran en ocho paradas de colectivos de Mar Azul y tienen como finalidad fomentar la lectura, el arte y la solidaridad en los distintos barrios de esta localidad. Además, se invita a los vecinos a dejar libros o revistas ya leídas para alimentar así la propuesta.

 

Las ‘libroderas’ ya son parte del paisaje de Mar Azul (Fotos Ricardo Stinco).

 

Las bibliotecas comunitarias se realizaron a finales de mayo durante un ciclo de intervención artística que se llevó adelante en la Casa de la Cultura “Mercedes Sosa” de Mar Azul, a partir del reciclaje de heladeras.

Se puso así en funcionamiento el proyecto “Libroderas, alimenta tu mente”. Con la instalación de los artefactos en las paradas de colectivo, los interesados podrán tomar libros prestados y una vez leídos pueden ser devueltos a la misma biblioteca o a una que se encuentre en otra parada.

 

Se trata de un proyecto de la secretaría de Cultura de Villa Gesell (Fotos Ricardo Stinco).

 

Los objetivos que desde la Casa de la Cultura se quieren lograr son “fomentar la lectura y crear conciencia ambiental teniendo en cuenta las tres ‘R’: reciclar, reducir y reutilizar, además de promover valores en respeto a compartir los libros entre vecinos y turistas.

Asimismo, se intenta incluir a los artistas para que desarrollen su arte en un proyecto comunitario, generando de esta manera el sentido de pertenencia y madurez en el cuidado del espacio público.

 

Los vecinos pueden tomar libros prestados y devolver en cualquier biblioteca comunitaria (Fotos Ricardo Stinco).

 

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