Detienen en una casa usurpada de Pinamar a uno de los asesinos del contador Adolfo Herro

La policía de Pinamar detuvo a David Báez, uno de los condenados por el crimen del contador platense Adolfo Herro, acontecido en la localidad de Cariló en julio del 2005.

Quince años después, Báez fue detenido en las últimas horas tras un allanamiento realizado en el barrio Golf de la localidad de Pinamar, dispuesto tras diversos hechos delictivos sucedidos en la región.

Fuentes policiales confirmaron en diálogo con Telégrafo que el procedimiento se realizó en una vivienda que había sido certificada como propiedad privada usurpada y que allí se halló a Báez junto a otras tres personas, las cuales también quedaron detenidas.




En agosto de 2012, el tribunal oral en lo criminal nº1 de Dolores sentenció a Báez y a otros dos hombres como responsables de la muerte del contador, quien por ese entonces era asesor del gobierno de la provincia de Buenos Aires.

A Cristian Daniel Segura y Milcíades Ramón Duarte Fernández, los condenaron junto a Báez como coautores del crimen de homicidio en ocasión de robo contra Herro, al matarlo de un balazo en la cabeza en el interior de su auto y frente a la casa que había comprado en Cariló, situada en calle Montero entre Naranjo y Palmera.




Tras comunicarse con el juzgado de Garantías, la policía mantiene detenido a Báez, en un procedimiento que desde el Ministerio Público Fiscal es seguido por Eduardo Elizarraga.

Desde hace más de un año, pesa además sobre el sujeto una denuncia por abuso sexual agravado por el vínculo y otras contravenciones.

 

 

Según pudo saber Telégrafo, por el momento, el traslado de Báez a las instalaciones del Servicio Penitenciario de Dolores está en espera. A la vez que se encuentre cupo de ocupación, su situación podría derivar en una prisión preventiva.

Entre las tres personas detenidas junto a Báez, dos cuentan con antecedentes y la restante es una mujer que residía en el lugar allanado de modo ilegal.




Herro

Adolfo Herro tenía 54 años al morir y se desempeñaba como técnico del Ministerio de Gobierno bonaerense junto a su pareja, Lourdes Giménez, quien era la directora del área de contabilidad de esa cartera en el año 2005.

Aunque tenía dinero, un valioso reloj y un maletín con un arma, los sujetos sólo le quitaron la pistola Glock 380 antes de matarlo de un balazo en la cabeza.

Testigos claves terminaron por identificar y aportar pruebas sustancias para la sentencia que recibió Báez, condenado a reclusión perpetua hace ocho años.

 

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