Crisis del coronavirus: sin reservas, balnearios de Pinamar preocupados por el porvenir

Con la curva de contagios de coronavirus en alza en las últimas semanas en todo el país, el futuro de muchas actividades permanece dominado por un sinfín de interrogantes respecto a cómo proseguirá la crisis sanitaria generada por la pandemia.

Particularmente en Pinamar la situación del actual rebrote de la nueva enfermedad lastra ciertos avances en materia turística rumbo al próximo verano y, en ese sentido, uno de los sectores en graves problemas es el de los balnearios y clubes de playa.

Aunque la situación es similar para toda la costa atlántica, Telégrafo dialogó con una de las prestadoras de ese rubro en el distrito pinamarense, María Laura Viotti, propietaria del balneario Tortugas del Golf, quien brindó algunas precisiones respecto a los protocolos diseñados para poder operar durante el próximo período estival, elevados al gobierno provincial y por los que aún no hay respuesta.

 

 

“A esta altura del año, en 2019, teníamos entre un 60 y un 70% de las reservas avanzadas, actualmente alcanzan solo un 1%” detalló Viotti a fin de ejemplificar el complejo panorama actual.

Pese a que las consultas son numerosas, Viotti reconoce la lógica de los potenciales turistas, que aún no pueden decidirse por alquilar alguna unidad de sombra. “Los clientes nos preguntan si van a poder ingresar al partido y qué tendrán que hacer cuando lleguen, ya que si tienen que realizar aislamiento por varios días no tiene sentido que alquilen un carpa”, explicó la empresaria.

Las proyecciones para este tipo de emprendimientos son fundamentales, agrega Viotti, “preferentemente para los recursos humanos que trabajan cada verano”. “El 1 de diciembre tendremos al personal pidiendo comenzar a realizar sus tareas”, ejemplificó al respecto.

 

 

Protocolos

Respecto a las normativas a aplicar para contener al virus, Viotti contó que los protocolos presentados fueron aprobados por el municipio conducido por Martín Yeza, realizados por un ingeniero de seguridad de Mar del Plata y que los mismos volvieron con algunas observaciones del gobierno provincial que ya fueron contestadas.

“Se establece un límite de capacidad en carpas, que era de hasta ocho personas y ahora será de hasta seis, y en sombrillas con un máximo de cuatro personas y distanciamientos no menores a los tres metros”, detalló la propietaria de Tortugas del Golf.

Viotti precisó que los cuerpos de las carpas “se van a armar igual porque el distanciamiento se producirá desde el medio de los pasillos”, que en Pinamar siempre se han caracterizados por ser muy amplios.

“La gastronomía de los balnearios operararía al 50% y la cantidad de personas dentro de los vestuarios se establecerá según los metros cuadrados disponibles”, agregó sobre otro de los ítems propuestos en el protocolo elevado.

 

 

“La realidad es que no se puede tardar mucho tiempo, porque la soga es corta para todos. Necesitás que entre dinero con las reservas para empezar a trabajar y arrancar. Si la Provincia no nos da la seguridad de que se pueda abrir de determinada manera, no se puede avanzar ni prepararse en nada”, describió la empresaria.

Por último, Viotti reiteró que las reservas no se concretan específicamente por la inseguridad que plantea en la gente la situación epidemiológica y, en sintonía con sus pares de la Cámara de Balnearios de Pinamar, presidida ahora por Luis Sanza -dueño de Paradise-, anticipó que se analiza elevar pedidos de ampliación de terrazas y revisión de tasas municiales. ”En lo impositivo todavía no tenemos ninguna solución”, advirtió.

 

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