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Kulfas aseguró que la industria del cannabis podría generar 10 mil empleos

Un plenario de comisiones del Senado de la Nación comenzó este miércoles a debatir el proyecto de ley para regular la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal.

La idea es que el próximo lunes ya haya dictamen para llevarlo al recinto de sesiones a mediados del mes de julio.

En la primera jornada, los legisladores que integran las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca, de Presupuesto y Hacienda y de Seguridad Interior y Narcotráfico, escucharon al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

El funcionario adelantó que la exportación de esa producción podría significar un ingreso anual de cincuenta millones de dólares en exportaciones y la creación de diez mil empleos, mientras que para el mercado interno significaría unos 500 millones de dólares en ventas.

 

 

El proyecto establece un marco regulatorio de la cadena de producción de cannabis, incluyendo la investigación científica con vistas a satisfacer el mercado local y generar exportaciones.

El marco normativo enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso busca “desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones herbarias irregulares que existe en la actualidad y terminará con la proliferación de productos que carecen de cualquier tipo de control respecto de su composición y calidad”.


Empleo y exportación

“Nos gustaría que esta ley nos pueda posicionar como marca país. Porque esta industria puede tener gran desarrollo exportador y mucha presencia internacional”, explicó Kulfas.

El ministro anticipó que la ley le permitirá a la Argentina “entrar a un mercado internacional con un producto de calidad y trazable” para que “podamos vender al mejor precio posible por la calidad que presenta”.

Kulfas agregó que “esta es una industria que se puede desarrollar de manera desconcentrada porque hay espacio para todos: para las pymes, los productores pequeños y las grandes empresas”.

 

 

Asimismo, el funcionario enumeró que la ley, una vez que sea sancionada, permitirá la “creación de empleos de calidad, la generación de divisas por exportaciones y oportunidades de desarrollo para todo el país”.

“Los cálculos conservadores indican que de aquí a 2025 se crearán diez mil nuevos empleos”, enfatizó y además vaticinó que, por año, la industrialización generará “500 millones de dólares de ventas al mercado interno y 50 millones de dólares de exportaciones”.

Objetivos de la norma

El primer objetivo del proyecto consiste en “establecer un marco legal que autorice, -a través de un fuerte esquema regulatorio-, las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis, y de sus derivados, con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica”.

 

 

El segundo objetivo, según se detalla en la iniciativa, “consiste en legalizar los diferentes eslabones productivos y de comercialización del cáñamo o cáñamo industrial y sus subproductos”.

Además, se aclara que “si bien el cáñamo no es un estupefaciente en los términos de la ley penal por no generar efectos psicoactivos, resulta necesario regular y controlar la actividad para evitar que en los cultivares de cáñamo se oculten cultivos ilegales de cannabis psicoactivo”.

Al momento de analizar las solicitudes de licencias para producir cannabis medicinal o industrial, se establecerán requisitos y antecedentes que se solicitarán al peticionante, con el fin de “maximizar los controles destinados a prevenir actividades ilegales, incluyendo el lavado de activos”.

 

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