Bolivia acusa a Macri de colaborar con municiones en la destitución de Evo Morales

Este jueves, el canciller boliviano Rogelio Mayta aseguró en una conferencia de prensa que Argentina “le dio munición letal” a las fuerzas militares de Bolivia “para reprimir las protestas sociales de noviembre de 2019” en contra de Jeanine Áñez, la presidenta de facto que asumió sin quórum tres días después de que Evo Morales, obligado por las fuerzas armadas, renunciara al cargo del Ejecutivo.

Tras la denuncia, el presidente Alberto Fernández emitió una carta en la que se dijo “avergonzado” por “la colaboración” del gobierno del expresidente y pidió una disculpa al pueblo boliviano.

“Se constató que desde nuestro país se remitió una partida de material que no puede ser interpretada sino como un refuerzo a la capacidad de acción de las fuerzas sediciosas contra la población boliviana en esos días”, dice en una carta dirigida al presidente boliviano Luis Arce. “Me dirijo a usted con dolor y vergüenza”, escribió el actual mandatario argentino. “Se trató de una colaboración decidida por el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri con la represión militar y policial que sufrieron quienes defendían el orden institucional de su país”, explicó Fernández.

 

 

El titular del Ejecutivo argentino añadió que los hechos están siendo analizados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El embajador argentino ante el Estado Plurinacional de Bolivia, Ariel Basteiro, reveló que se realizó una investigación conjunta entre la embajada y la cancillería boliviana porque “apareció en un archivo secundario, casi lateral, una nota de agradecimiento de Bolivia que tenía un fin que era el de estar oculta y archivada con el objetivo que no fuera encontrada. Eso demuestra la impunidad con que se manejaba el anterior gobierno y la dictadura de Añez, porque creían que no se iba a investigar”.

En tanto, Jorge Faurie, quien fuera canciller durante el gobierno de Macri, rechazó que la cancillería haya realizado “cualquier tipo de envío” a Bolivia. Hasta el momento, el expresidente Mauricio Macri no se ha pronunciado al respecto, pero sí lo ha hecho quien era su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

 

 

En La Paz, el ministro de Exteriores de Bolivia, Rogelio Maita, denunció “una coordinación internacional para reprimir al pueblo boliviano”, que comparó con el Plan Cóndor que ejecutaron las dictaduras militares en los años setenta.

Maita mostró a la prensa una nota de agradecimiento enviada el 13 de noviembre de 2019 por el entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, General Gonzalo Terceros, al embajador de Argentina en Bolivia, Normando Álvarez García, en la que se confirma la recepción de 40.000 cartuchos AT 12/70 y una cantidad pequeña de granadas de gas lacrimógeno.




El Ministro de Exteriores boliviano consideró que esta munición fue usada por las fuerzas policiales y militares en la “masacre de Sacaba”, que ocurrió el 15 de noviembre, y en la “masacre de Senkata”, que se produjo el 17 de noviembre de 2019. En estos hechos de represión a los sectores que protestaban por el derrocamiento de Evo Morales murieron más de 30 personas.

El autor de la nota de agradecimiento a Argentina, el general Terceros, está preso, acusado de haber participado del golpe de Estado que condujo a Añez al poder. También está detenida la propia expresidenta, dos de sus colaboradores, y el excomandante de la Armada. El entonces comandante de la Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, en cambio, escapó en marzo de su detención domiciliaria y ahora se halla prófugo de la justicia.

 

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