Se conocieron este lunes los ganadores del concurso a mejor pieza de chocolate de la Chocogesell tras la degustación de un variado jurado representativo del distrito.
El primer lugar a mejor pieza con un premio de $10 mil se lo llevó el Oso Playero de la casa de repostería Dulce Sofía, y el premio revelación que recibió una suma de $5 mil fue para Las Chocopiñas.
“Hicimos osos de chocolate con confites para el Día de la Niñez y como fue un boom la venta nos preguntamos por qué no hacer uno playero con la temática del bosque y el mar, como en Gesell”, explicó a Telégrafo la ganadora Sofía Dip.
La pieza está elaborada con chocolate negro cobertura de leche, relleno con ganache negra saborizada con naranja, y acompañan al oso unos pinos rellenos de miel y maní.
“Hace ocho años que tenemos el negocio familiar de repostería y panadería artesanal y este año es la primera vez que empezamos con los chocolates”, sostuvo la joven que lleva adelante el local ubicado en Paseo 118 y boulevard de Villa Gesell.
Por su parte, Soledad Recabal de las Chocopiñas contó a Telégrafo que tras haber participado en cuatro fiestas con diferentes productos, fue en 2017 cuando surgió la idea de crear las piñas de chocolate.
“Yo había decorado el stand con piñas naturales, típicas del bosque geselino y los turistas pasaban y me preguntaban si eran de chocolate”, recordó Recabal. Desde ese momento buscó todas alternativas para poder fabricarlas en ese elemento a base de cacao.
“No sabía si iba a poder participar, estaba en lista de espera y cuando me dijeron que sí, me puse a fabricar con urgencia, hice sólo 200 porque pensé que eran suficiente para los cuatro días de la fiesta, pero se llevaron todas el primer día”, explica sorprendida y agrega: “Entonces hice más, pero cada vez que las apoyaba se vendían enseguida”
Las chocopiñas son de chocolate hueco y pueden rellenarse con Nutella y frutillas, maní bañado, galletitas Oreo, Rocklets o ser macisas, entre otros sabores. Valen $200 cada una.
“Nunca me esperé semejante repercusión, los turistas me encargan para llevarse a sus ciudades”, contó Soledad sobre las ya famosas chocopiñas.