Donde nació el rock nacional: Moris Birabent y la historia de su bar en Gesell

Declarado de interés cultural por la municipalidad de Villa Gesell hace pocos días, el espacio donde funcionó Juan Sebastián Bar el verano de 1966 en avenida 2 y Paseo 107 es y será la cuna de rock nacional para siempre. Porque allí se escribieron las canciones que dieron origen al género.

Con sólo 26 años Mauricio ‘Moris’ Birabent junto a Javier Martínez (que en ese entonces era baterista de Manal, el primer grupo que compuso blues en español) formaron un dúo que se llamaba Moris y Javier y tocaban allí y en otros boliches del distrito. Luego se sumaron Alberto Ramón García (‘Pajarito’ Zaguri), Antonio Pérez Estévez y Jorge Navarro para formar juntos Los Beatniks.

 

En Juan Sebastián Bar se podía escuchar discos, música en vivo y bailar como en una discoteca. (Fotos Ricardo Stinco)

 

En una entrevista exclusiva con Telégrafo, Moris contó que el nombre del bar fue elegido en honor a Johann Sebastian Bach y se convirtió rápidamente en un ícono donde se podía escuchar bandas en vivo y bailar al estilo discoteca.

“Nosotros estuvimos a cargo esa temporada sola, al año siguiente se hizo cargo Daniel Piazzola, hijo de Astor, pero fue tan intensa que marcó la historia para siempre”, sostuvo.




Dos anécdotas inolvidables

“Todo el sistema de sonido, los parlantes, las bandejas pasadiscos, todo fue un regalo de Sandro”, recuerda Moris y dice que cuando con Martínez fueron a comprar los equipos a Valentín Alsina, el barrio del Gitano, llegó el momento de pagar y el autor de Rosa Rosa no los dejó. “Nos dijo que no”, ríe. Eran muy amigos.

Otro momento imborrable ocurrió la primera noche, durante la inauguración. “Llegó el embajador de Dinamarca a tomar champagne y como nosotros no teníamos salimos corriendo a un bar que estaba al lado de un amigo nuestro a buscar uno”, cuenta Moris que a sus 78 años no se olvida de ningún detalle de su historia.

– ¿Por qué en Villa Gesell?

– En Gesell se había filmado la película “Los jóvenes viejos” y aparte tenía la fama de ser un lugar donde se luchaba por la libertad para vivir, era moderna, tenía mucho renombre y fue eso lo que nos atrajo.

 

La discoteca estaba ubicada en avenida 2 y Paseo 107 donde ahora funciona el Hotel Arcoiris. (Fotos Ricardo Stinco).

 

Rebeldes con causa

Para Moris “las canciones no tienen explicación, hablan por sí mismas”, por eso sólo hace falta leer el estribillo de Rebelde para saber que el único objetivo de esos artistas jóvenes era estar en contra de la guerra y de la violencia ¿Por qué el hombre quiere luchar aproximando la guerra nuclear? Cambien las armas por el amor y haremos un mundo mejor, reza la letra.

Tiene mucho que ver con el contexto de Dictadura (el 29 de junio Onganía había tomado el poder) y con un concepto de la sociedad de que la juventud no estaba preparada para ser compositora ni ser independiente sino depender de las decisiones de un adulto”, sostiene Moris y explica que “era una letra antimilitarista, a favor de la paz, una temática que no existía ni en el pop ni en el tango, era realmente novedoso”.




Publicidad a la vista

Sin internet ni redes sociales, promocionar un tema musical en los ’60 era muy distinto a pagar una publicidad en Instagram y sumar seguidores. La creatividad y el ingenio eran lo que lograban objetivos. Y muy bien lo supieron Los Beatniks que para hacerle honor a su a su rebeldía montaron un espectáculos semidesnudos dentro de una fuente frente a la boite Mau Mau en pleno barrio Norte porteño.

El momento fue registrado por la revista Así en su tapa y sus protagonistas gestionaron un paseo en camioneta por Buenos Aires con la música a todo volumen filmado por Sucesos Argentinos (el primer noticiero cinematográfico del país).

 

Los Beatniks se subieron a una camioneta, con guitarra y batería abordo recorrieron las calles de Buenos Aires para promocionar su primer disco.

 

“Salimos desde la esquina de Florida y Corrientes en una camioneta tocando la guitarra y la batería en la caja de atrás”, cuenta Moris y dice que el gobierno de Onganía decidió que eso era un atentado, así que tuvieron que pasar dos días en la comisaría de Suipacha y Córdoba.

Más allá del difícil momento, Moris recuerda ese momento con gracia y dice: “Gracias a eso tuvimos bastante publicidad, que era lo que necesitábamos”.




¿Padre del rock nacional?

Sea o no válida, la discusión sobre quién fue el autor de la primera canción del rock argentino y dio origen a ese género, existe. Algunos opinan que fue La Balsa escrita por Alberto Tanguito Iglesias y Litto Nebbia e interpretada por Los Gatos, otros le dan crédito a Rebelde de Birabent. Lo cierto es, y si de fechas hablamos, que la primera se escribió en mayo del ’67 y la segunda en el verano del ’66 dentro de las paredes de Juan Sebastián Bar.

“Esa discusión está muy bien para el ranking de tenistas o los que corren carreras, en la música no interesa quien salió primero y quien después, lo que importa son las canciones, lo que significaron y si fueron piedra para que otras cosas ocurrieran. Todos pusieron su grano de arena, tanto Almendra como Manal, Vox Dei, Los Gatos, cada uno puso una parte”, resume uno de los fundadores. 

 

El espacio estuvo a cargo de Birabent y Martínez el verano del ’66, al año siguiente fue de Daniel Piazzolla, el hijo de Astor. (Fotos Ricardo Stinco)

 

El exilio

Como Nacha Guevara, Facundo Cabral y otros tantos artistas, Moris Birabent fue amenazado por los distintos gobiernos militares argentinos. Su memoria no lo deja mentir:  “Cualquier cosa que decíamos a favor de la paz, en contra de la guerra estaba caracterizado como subversivo o comunismo, lo cual para nada era verdad porque yo nunca pertenecí a ningún partido ni ninguna corriente política”.

Por esa razón en el ‘76 tuvo que dejar el país y se exilió a España con su esposa y sus dos hijos. “Allí estuve como diez años, lancé cuatro o cinco discos con un repertorio diferente, tuve que componer canciones para un nuevo público, era raro porque era un extranjero pero pude ver su mundo con ojos nuevos y eso llamó la atención, gustó, tuve mucha suerte”, se acuerda.

 

 

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