A través de un proyecto promovido por Hernán Lombardi, su ministro de Medios Públicos, el presidente busca que se sancione una ley que prohíba que cualquier edificio público o calle se dedique a un presidente hasta que hayan pasado 20 años de su muerte.
En una propuesta similar a la presentada por el massismo en la provincia de Buenos Aires, Cambiemos busca que la norma tenga efecto retroactivo, para cambiar el nombre del Centro Cultural Kirchner (CCK) por el de Centro Cultural del Bicentenario, la idea inicial antes de que Cristina Fernández decidiera dedicar ese edificio a su marido.
El palacio neoclásico construido para albergar la antigua sede de Correos de Buenos Aires, fue restaurado por CFK en una obra de más de 275 millones de dólares y cuenta con una placa de inauguración a nombre de su entonces secretario de Obras Públicas, José López, detenido meses atrás después de que fuera hallado intentando esconder nueve millones de dólares en un convento.
Macri agasajó en el CCK a Barack Obama y a François Hollande y allí organiza sus grandes encuentros y anuncios, entre ellos, el reciente foro de inversores de las grandes multinacionales, con el CEO mundial de Coca-Cola como protagonista principal.
A un año de la victoria electoral del macrismo, el PRO no quiere ver más las letras enormes que dominan la fachada principal del lugar y busca una nueva legislación para borrar el recordatorio diario del poder que tuvo su antecesor. Según el gobierno, hay 1.300 sitios públicos en Argentina dedicados a la memoria de Néstor Kirchner que tendrían que cambiarse.