El Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires sancionaron la ley que prohíbe, entre otras cosas, “incluir en las placas inaugurales o de identificación de las obras públicas y/o servicios relacionados con las mismas, el nombre o sobrenombre e imagen del gobernador, o funcionario público que participe en la ejecución de la misma”, tal cual se detalla en el artículo 1 de la normativa.
La iniciativa impulsada por el senador marplatense por el Frente Renovador Gabriel Pampín, fue aprobada por unanimidad en la primera sesión ordinaria desarrollada en la Cámara de Senadores bonaerense.
El proyecto consta de otros dos artículos en los que se especifica, por un lado, que “todas las construcciones, instalaciones y obras en general que ejecute la Provincia por intermedio de sus reparticiones, por sí o por medio de personas o entidades privadas u oficiales, no podrán contener signos, eslogan, emblemas y colores alusivos a los partidos políticos o que caractericen a la administración de turno”.
Por último, en el tercer apartado de la nueva ley, se indica que “las mismas prohibiciones rigen para los uniformes que deba utilizar el personal, cualquiera sea su jerarquía, o función que desempeñe en las obras públicas o servicios relacionados con las mismas”.
“Las obras no pueden convertirse en una propaganda de determinado candidato. Son el resultado del pago de los impuestos que con mucho esfuerzo cumple cada bonaerense”, manifestó Pampín al celebrar la aprobación, sin dejar de recordar los episodios acontecidos en los últimos meses en torno a diversos sectores del kirchnerismo y del macrismo que colocaron nombres propios en diversos patrimonios públicos.