Este jueves 24 de marzo Argentina conmemoró el 46 aniversario del inicio de la dictadura militar, cívico y eclesiástica más sangrienta de Sudamérica y la comunidad recordó a los miles de desaparecidos con actos y movilizaciones en múltiples ciudades del país.
En el marco del Día de la memoria por la verdad y la justicia -instaurado hace exactamente dos décadas desde el año 2002-, la marcha más convocante tuvo lugar tal lo habitual en la ciudad de Buenos Aires, con una multitud presente en la histórica plaza de Mayo.
Las movilizaciones se replicaron en distintos horarios por todos los puntos cardinales del territorio argentino con el fin de sostener la memoria activa ante lo sucedido y mantener vigente el recuerdo de aquellos que fueron desaparecidos por los militares.
Familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, docentes, estudiantes, representantes de gremios, funcionarios, artistas y la comunidad en general se acercó a los epicentros de las concentraciones coordinadas por diversos organismos de derechos humanos para expresar la firme convicción de que algo así nunca más vuelva a suceder en Argentina.
Telégrafo acompañó la movilización realizada en la ciudad de Villa Gesell y retrató en imágenes parte de la marcha por el 24 de marzo.
La fecha fue establecida vía la ley 25.633, cuyo artículo 1º establece la institución de la jornada de conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en ese día del año 1976.
El objetivo es construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia argentina para que todos los integrantes de la comunidad comprendan los alcances de las graves consecuencias económicas, sociales y políticas que aún tiene la última dictadura militar en el desarrollo del país.
Carlos Ángel Cañadas, historia con nombre propio: la dictadura lo mantuvo preso más de cuatro años. https://t.co/OOv48ZDSqy pic.twitter.com/4Rswv9LOSF
— Telégrafo (@telegraficos) March 24, 2022
El compromiso activo de miles de argentinos en defender la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por la Constitución Nacional, y del régimen político democrático, se hizo nuevamente evidente este jueves.
Autodenominándolo como un ‘proceso de reorganización nacional’, los militares usurparon el poder del Estado entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983 y provocaron la desaparición de miles de personas, además de secuestrar a cientos de embarazadas y niños y robar la verdadera identidad de decenas de argentinos.
