Tito Fargo, exguitarrista de Los Redondos: “Las letras que escribió el Indio en los 80 siguen vigentes”
Tito Fargo es guitarrista, compositor y productor musical, reconocido por su participación en los dos primeros álbumes de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. En un repaso por su pasado y su presente, destacó la vigencia de las letras de las canciones que compuso el Indio Solari en la década del 80.
“Hace 40 años hablaba de cosas que hoy en día siguen pasando”, apuntó sobre la situación política, social y económica actual. Para Fargo la “sociedad está golpeada por todos lados, es como un barco al que le van tapando agujeros pero sigue entrando agua” y por eso textos como Criminal mambo siguen siendo tan emblemáticos para miles de personas.
Los Redondos viven en la Kermesse Redonda
Uno de los proyectos más fuertes de Tito Fargo hace algunos años es la Kermesse Redonda. Algo así como “una feta” de Los Redondos conformada por exintegrantes de la banda menos Skay Beilinson y el Indio Solari.
“Tiene que ver con un homenaje que le hacemos al público que ha seguido estas canciones y a esta banda durante casi tres generaciones”, contó el músico en una nota exclusiva para Telégrafo que brindó en el apart El Molino de Valeria del Mar.
Forman esta agrupación musical (que luego tomó el nombre de Los Decoradores) el saxfonista Sergio Dawi, el bajista Semilla Bucciarelli, el baterista Hernán Aramberri, el vocalista Jorge Cabrera y el guitarrista Oscar Kamienomosky.
“Es un estilo de escenario abierto”, sostiene Fargo. Han participado de estas presentaciones voces femeninas, algo que nunca antes había ocurrido en escenarios ricoteros. Además fueron invitados otros cantantes de diferentes estilos como el folclore, el tango o el pop.
Tito Fargo en sesión de fotos en el apart El Molino de Valeria del Mar. (Fotos Ricardo Stinco)
“El rock ya es abuelo”
Más allá de la época, algo que siempre llamó la atención de los fans de Los Redondos es su fidelidad. Colectivos enteros viajaron por el país siguiendo a los músicos en sus recitales, familias enteras acamparon en cualquier lugar sin importar las dificultades climáticas.
“Hay gente que se conoció en recitales de Los Redondos, tuvieron hijos y ahora van con ellos”, dice Tito Fargo. La Kermesse trata de mantener viva una parte de esta religión. Porque, como dice el músico: “El rock ya es abuelo, pero se transmite de padres a hijos y de abuelos a nietos”. Contó que hace unos días un fan de 81 años fue a verlo con su pareja y los músicos lo invitaron al escenario a bailar un tema fusionado con tango.
A sus 65 años, Tito Fargo se sigue sintiendo rebelde. (Fotos Ricardo Stinco)
Cambio de época, ¿de códigos también?
Quienes hayan visto la serie de Fito Paéz en Netflix puede que se hayan preguntado por qué en los ’80 los músicos eran más compañeros y menos competitivos entre sí. Algo que no ocurre mucho por estos días.
“Hay que tener en cuenta que en ese momento se vivía el despertar del rock nacional, todo era nuevo y había más camaradería”, reflexiona Tito Fargo en diálogo con Telégrafo. Confiesa: “En los ’90 el rock ya formó parte del sistema casi en su totalidad entonces se hizo un negocio muy grande y las cosas cambian cuando aparece lo material de por medio”.
Otra gran diferencia que encuentra el guitarrista: “Antes había menos gente y más inquietud, hoy hay más gente y sobre todo más información”. “Eso podría potenciarlo, pero hay un pequeño adormecimiento, no sólo en este rubro, en general en la sociedad”, dispara.
Bandas como Los Twist, Los abuelos de la Nada y Suéter apadrinados por Charly García, Virus, Soda Stereo, Sumo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota nacieron por aquellos años y convirtieron a sus músicos en los padres de un estilo que hoy se transmite por generaciones.
“Todos estábamos gestando un proyecto, no vivíamos de eso porque no estaba pensado como un medio de laburo, era más un aprendizaje de grupo”, sostiene Fargo. Habla de equipo y no se refiere sólo a sus compañeros de banda sino a cualquier otro músico.
Fargo es reconocido por su participación en los primeros álbumes de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Adaptándose
Más allá de destacar cierta camaradería entre los músicos de esos primeros años del rock argentino, Tito Fargo no es alguien de añorar el pasado. No extraña épocas anteriores, agradece lo que fue y vive el presente con el objetivo de siempre avanzar. “Pienso que es un recorrido, sino me estanco”, dice a sus 65 años.
Durante la pandemia del coronavirus, cuando las aglomeraciones de gente estuvieron prohibidas y se no podían hacer recitales, los músicos debieron adaptarse. Tito Fargo fue uno de ellos.
Desde Dub Station, su propio estudio, realizó un evento por streaming con sistema inmersivo. Con auriculares, la música puede escucharse en distintas direcciones. “Se programa antes y podés hacer girar determinados elementos 180 grados, 360, en forma horizontal o vertical”, cuenta.
Hoy Tito está pensando en llevar al vivo ese experimento de tiempos de cuarentena. Quizás en un espacio circular con parlantes ubicados de forma estratégica. No sabe aún, pero está seguro que es su próximo proyecto.
Desde el apart El Molino de Valeria del Mar, estilo rockero intacto desde los 80.
De la mano de Luca Prodan
Junto a Luca Prodan, Tito Fargo formó un grupo musical paralelo a Sumo (la banda que lideraba el músico ítalo escocés y un poco argentino también). Se llamaba Hurlingham Reggae Band y según palabras de su propio guitarrista fue la primera banda oficial de reggae que surgió en en el país.
Prodan falleció a sus 34 años según el informe oficial por una cirrosis, tras años de consumo de drogas y alcohol. Su muerte temprana lo transformó en un ícono y “se extraña como toda persona que se va joven pudiendo haber hecho muchas más cosas”.
“Luca era muy práctico, sabía tomar decisiones en momentos complicados sobre todo en el ámbito comercial, era muy bueno para eso”, recordó Fargo.
Tito Fargo visitó la costa atlántica bonaerense y fue retratado por Ricardo Stinco en Valeria del Mar.
El rock, lugar de encuentro
El rock es lugar de encuentro, así lo define Tito Fargo. Dice que todavía se siente rebelde, tal cual sus años de juventud cuando subía con Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota al escenario. “Sigo sintiendo lo mismo que cuando tenía 20 años, tengo las mismas ganas”, afirma.
“Quiero cambiarle alguna cosa al que me está escuchando, siento una especie de obligación con el que pagó una entrada y está ahí sentado, creo que tengo que proponerle que le haga ver algo que no está viendo”, reconoce.
Eso también es rock. Un momento de reflexión. “En la sociedad pasan cosas muy rápido que asumimos como normales, bueno, no lo son”, termina.
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