Se activó la cuenta regresiva: quedan unos pocos días para la inauguración de la tan esperada obra de los 42 escalones de mosaico de Villa Gesell. Allá por diciembre de 2021 Telégrafo había mostrado los inicios y ahora acerca los avances de esta pieza callejera que con seguridad se transformará en un emblema para la ciudad.
Lucía Sicuso, Valeria Maidana y Melisa Sonneborn son las tres artistas encargadas de darle color a la escalera que como el degradé de un arcoiris se parece mucho a su par de Selarón en Río de Janeiro.
La intervención está ubicada en paseo 141 bis y avenida 3 y es un proyecto municipal impulsado por Promoción de las Artes. Desde allí se realizó la convocatoria inicial que luego de un tiempo quedó a cargo de las tres mujeres.
En total, cada una de ella trabajó en catorce escalones de un color establecido. Tuvieron una cantidad de azulejos y venecitas asignados y también crearon piezas propias en cerámica y vitrofusión con imágenes y diseños que cada una quiso.
El bosque, el mar y las raíces multiculturales en los escalones
“Mi objetivo siempre fue que la temática estuviera anclada en algo local, podía jugar con diversos temas, pero algo siempre tenía que hacer referencia visual o en frases a Villa Gesell”, cuenta Melisa Sonneborn.
En sus escalones verdes aparece el típico bosque geselino, en los amarillos los médanos y el verano.
La historia de la ciudad y su mezcla de culturas italiana, alemana, española, boliviana, paraguaya también se ven reflejados “en una larga cadena de ADN donde se combinan lugares y comidas típicas”.
El naranja de Melisa está dedicado al invierno con sus piñas, la leña y las sudestadas típicas de la zona. Aparece Silvio Gesell con un laberinto y una frase de él. Los escalones rojos son para el otoño, los hongos de pino y algunas menciones a la película Los Inconstantes, filmada en partes en Villa Gesell.
Los 42 escalones en mosaico y una obra que ya es símbolo de Villa Gesell
En el color rosa se muestra lo místico de la ciudad: el calendario maya, cristales protectores, el tarot y las creencias de muchos locales de haber visto extraterrestres. Le sigue el violeta de los deportes acuáticos, las caminatas por la playa, las bicicleteadas al aeródromo y el skatepark.
Hacia el final de sus escalones, los azules y aguamarina, Melisa reflejó el mar. Además, hay algunas referencias al cine y sus clásicos universales. En el último, el de la primavera, se ven acacias florecidas, pájaros danzantes y el viento típico de la estación.
De luchas también se trata: contra el extractivismo, el femicidio y la soberanía alimenticia
Los escalones de Lucía Sicuso abordan temas como el movimiento de mujeres, le preservación del ambiente y otras luchas de la sociedad actual: el extractivismo y la soberanía alimentaria.
También reflejan cuestiones filosóficas. Aparecen significados de animales de poder como la serpiente o el jaguar, figuras de la cultura hindú, la práctica del yoga, la astrología y la magia.
Además de territorios y derechos, Lucía habla del mar. Sus colores y sus tonos son otros de los elementos principales, sobre todo un mensaje de protección de sus ecosistemas de las malas prácticas de sobreexplotación.
De arriba hacia abajo, en sus últimos escalones se ven el bosque con sus hongos y el ciclo de descomposición. El primero de todos, el de más abajo es una raíz y tiene que ver con esa estructura que conecta a las personas con la naturaleza, su genética y su espiritualidad.
Creatividad y paciencia
Realizar cada una de las piezas de mosaico es toda una obra de arte en sí misma. “Lleva mucho tiempo, desde la idea, el diseño, la materialización de las piezas, el armado y la colocación” , cuentan las artistas.
Valeria Maidana explica que utilizaron diversas técnicas. Una de ellas, la más conocida en el mundo del mosaiquismo, el trencadis, desarrollada por el célebre arquitecto catalán Antoni Gaudí.
“También agregamos muchas impresiones, algo bastante nuevo en la cerámica que se está usando mucho” , señaló. Otros de los recursos fueron azulejos de colores, vidrios, espejos, metales.
Un dato que las artistas quieren destacar es que todos los materiales fueron costeados por el municipio. “Eso es algo que no sucede en todos lados y vale la pena resaltar” , sostuvo Valeria.
“La escalera de mosaicos está planteada para que cada vez que se visite, se descubra algo nuevo, un detalle, una frase, una imagen que pasó inadvertida, es un estallido de color en un universo de pequeños secretos por descubrir” , agregó Melisa.
Si bien este proyecto está por llegar a su fin, desde Promoción de las Artes ya planifican otras obras para embellecer las calles de Villa Gesell.