La inteligencia artificial que promete reducir el uso de herbicidas
El fabricante de maquinaria agrícola John Deere compró el año pasado en 305 millones de dólares una startup de California llamada Blue River Technology, que desarrolla máquinas capaces de identificar a las malas hierbas para fumigarlas una por una, evitando el despilfarro y aumentando la eficacia de los herbicidas.
El software detrás de las máquinas de Blue River es similar al que da vida a los coches autónomos: una base de datos en continua expansión con cientos de miles de fotografías de cultivos y de malas hierbas. Las cámaras de la máquina, que funciona acoplada al tractor, sacan fotos de las plantas, un ordenador procesa las imágenes y los chorros fumigadores caen sólo donde es necesario.
La inversión de la conocida marca estadounidense podría multiplicar su impacto en todo el mundo en el futuro. Sin embargo, la asociación de los productores con la industria de la maquinaria agrícola que parecería algo natural y beneficiosa para todas las partes, pone en alerta a las compañías agroquímicas de toda la vida.
Si prosperan las soluciones de inteligencia artificial, el mercado mundial de herbicidas que mueve actualmente 27.000 millones de dólares, podría achicarse en un 90%.
En declaraciones al diario El País de España, Renaud Deval, jefe en la unidad de control de malas hierbas de la multinacional agroquímica Syngenta, dice que la posible reducción en el volumen de químicos usados no es una mala noticia, debido, precisamente, a las nuevas oportunidades que se abren: “Las malas hierbas están haciéndose resistentes a los herbicidas de uso general, si estas nuevas tecnologías permiten aplicar herbicidas selectivos, podremos diseñar nuevas moléculas que hasta ahora no habían sido posibles debido al impacto sobre la salud humana que tienen los herbicidas de uso general”.
Según señala el citado medio ibérico en un artículo al respecto, otra de las grandes empresas en invertir es la química de origen alemán BASF, que está ultimando la adquisición del negocio digital agrícola de Bayer. Para cerrar la compra (y posterior absorción) de Monsanto en 2018, Bayer se vio obligada por las autoridades europeas y estadounidenses de defensa de la competencia a vender a BASF varios de sus negocios agrícolas. Uno de ellos es el Smart Spray, un sistema de dosificación selectiva de químicos en el que Bosch desarrollará las máquinas y BASF se encargará de las fórmulas.
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