El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que los estudios sobre la posible toxicidad del glifosato deberán ser públicos en el futuro.
Así lo informó en un artículo al respecto el diario El País de España, luego de que cuatro eurodiputados ecologistas y un investigador solicitaran a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tener acceso a los papeles de las investigaciones realizadas.
Según detalla el citado medio español, el organismo les entregó parte de la información, pero rechazó proporcionar todo el material basando su decisión en que una difusión del contenido podía provocar un perjuicio comercial y financiero a las empresas que lo venden, entre las que se encuentran multinacionales como Monsanto, una marca que será suprimida por Bayer, su nueva propietaria, por las sospechas en su contra.
El glifosato, un producto químico utilizado en los plaguicidas, es legal en Europa y fue declarado como no cancerígeno por la EFSA.
En 2015, el grupo de investigación sobre cáncer de la Organización Mundial de la Salud alertó de sus probables efectos cancerígenos, pero tanto la comisión europea como los Estados miembros se mostraron contrarios a prohibirlo, aunque sin unanimidad.
Los solicitantes de los informes no se dieron por vencidos y acudieron al Tribunal General de la Unión Europea, que ha determinado a favor de sobrepasar las barreras que tenían los informes sobre el herbicida más usado en ese continente y uno de los más cuestionados del planeta.