Nueve cosas que te pueden pasar si no dormís al menos ocho horas

Cuando el día no alcanza para hacer todo lo que queremos, solemos quitarle horas al sueño. Los expertos dicen que ésta es una muy mala decisión que puede afectar gravemente nuestra vida y la recomendación es no robarle tiempo al descanso.

Según publicó recientemente El País, los niños deben dormir entre 10 y 11 horas para tener un descanso adecuado, mientras que a los adolescentes les alcanza con 9. Para la gente mayor, con 6 o 7 horas y una siesta de 30 minutos, es suficiente, pero para los adultos, la clave está en las 8 horas de sueño reglamentarias. De lo contrario, vas a ser propenso a este tipo de inconvenientes:

Más enfermedades infecciosas: las defensas, el sistema del cuerpo que protege nuestra inmunidad, disminuirán sin dormir las horas necesarias.

Problemas cardiovasculares: de acuerdo a los especialistas, dormir poco está directamente asociado a alteraciones cardiovasculares y enfermedades endocrinológicas. Es que la tensión arterial disminuye mientras dormimos, así que en las personas en las que no baja por falta de sueño, aumentan las probabilidades de sufrir problemas cerebrovasculares.

Más resfríos: menos sueño, más posibilidades de caer en los molestos resfríos. Según diferentes estudios, quien duerme menos de 6 horas es cuatro veces más propenso a resfriarse que quienes duermen más de 7.

Engordar: sí, aunque usted no lo crea, no dormir bien lleva a engordar ya que se provoca un aumento de resistencia a la insulina y, por ende, una tendencia al aumento de peso.

Menos producción: si estás pensando en levantarte más temprano de lo usual para hacer más cosas, grave error. Los expertos señalan que, a la larga, al dormir menos seremos también menos productivos porque perdemos así capacidad cognitiva.

Inestabilidad emocional: según un estudio de la Universidad de California en Berkeley y la Escuela Médica de Harvard, dormir poco puede revolucionar nuestras emociones, provocando que tengamos reacciones mucho más extremas y por tanto más conflictos sociales.

Vejez prematura: al reducir las horas de descanso, envejeceremos antes. Los signos de la edad y el paso del tiempo se harán más notorios porque el sueño ejerce importantes funciones sobre la reparación y la hidratación de la piel.

Más accidentes de tráfico: conducir con sueño acarrea la obvia consecuencia de elevar las tasas de accidentes de tránsito por falta de atención y baja capacidad de reflejos.

Una vida más corta: eso de aprovechar el día, puede ser, pero la noche también y está hecha para dormir. Sin sueño apropiado, aumentan los riesgos de padecer enfermedades y accidentes, por lo que quienes duermen poco, tienen una esperanza de vida menor y se trata de un hecho comprobado.

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