La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó después de 15 años los indicadores de calidad del aire para los principales contaminantes atmosféricos, la mayoría vinculados a la quema de biomasa y a los combustibles fósiles como lo son el petróleo, el gas y el carbón.
Según el organismo ligado a Naciones Unidas, esas sustancias nocivas causan cada año alrededor de siete millones de muertes prematuras y graves problemas de salud.
A partir del conocimiento científico alcanzado en la última década y media, la OMS ha establecido los nuevos límites de exposición segura para los seres humanos para seis tipos de contaminantes: las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras de diámetro (PM₂,₅), las partículas de menos de 10 micras (PM₁₀), el ozono (O₃), el dióxido de nitrógeno (NO₂), el dióxido de azufre (SO₂) y el monóxido de carbono (CO).
La OMS espera que sus nuevos umbrales puedan reducir los fallecimientos prematuros que la contaminación causa en el planeta. En ese sentido la agencia señala que, si se alcanzan los niveles de exposición que se contemplan en las nuevas directrices, podrían evitarse “alrededor del 80% de las muertes que se atribuyen a la exposición a las PM₂,₅ en todo el mundo”.
La costa atlántica en la mira de un potencial derrame de petróleo. https://t.co/X0t89So8in pic.twitter.com/lo9Oq1Gc4g
— Telégrafo (@telegraficos) September 18, 2021
Dióxido de nitrógeno
Según divulga en un artículo al respecto el diario El País de España, la mayor novedad de la OMS se relaciona con el dióxido de nitrógeno, sobre el cual se consideraba que el umbral de seguridad estaba en una exposición anual de 40 microgramos por metro cúbico y las nuevas directrices lo bajan hasta 10 microgramos por metro cúbico.
Este contaminante genera problemas en el aparato respiratorio y está muy vinculado en las ciudades a los vehículos de diésel y gasolina, por lo que la resolución dada por la OMS pone en una situación todavía más complicada a los fabricantes de automóviles con motores de combustión.
Partículas
En el caso de las partículas -capaces de adentrarse en los pulmones e incluso llegar al torrente sanguíneo y ocasionar enfermedades cardiovasculares y respiratorias-, la OMS también endureció los límites de seguridad. Las partículas son ahora el contaminante del aire que tiene unos efectos negativos sobre la salud más amplios en el mundo y, aunque también tienen vinculación con el tráfico, su origen es más variado.
Para las PM₂,₅ la OMS ha decidido reducir a la mitad la exposición máxima recomendada anual: se pasa de un valor de 10 microgramos por metro cúbico a cinco. En el caso de las partículas más grandes, las PM₁₀, el límite anual pasa de 20 microgramos por metro cúbico a 15.
Sin mandato legal
Los umbrales de seguridad que establece la OMS no suponen una obligación para ser aplicados por cada país, que decide si pone límites a cada contaminante y si establece los mismos que esta organización.
De hecho, como ha explicado la agencia, más del 90% de la población mundial vivía en 2019 “en zonas donde los niveles de concentración superaban los indicados en las directrices de la OMS sobre la calidad del aire de 2005 para exposiciones prolongadas a PM₂,₅”. Con el endurecimiento actual, ese porcentaje aumentará.
Más contaminantes
La OMS ha decidido dejar la exposición máxima al ozono -en este caso medida en microgramos por metro cúbico para un periodo temporal de ocho horas- en el mismo nivel que establecían las directrices de 2005. Y en el caso del monóxido de carbono se marca por primera vez un umbral para la exposición en 24 horas: cuatro miligramos por metro cúbico.
Solo en el caso del dióxido de azufre la OMS ha decidido, tras analizar la literatura científica, aprobar unas directrices más laxas. En 2005 se estableció que la exposición segura para un periodo de 24 horas estaba por debajo de los 20 microgramos por metro cúbico; el límite ahora está en 40.