Un equipo de científicos de 166 organizaciones de todo el mundo, del que participa el INTA, trabaja en la recopilación de datos individuales sobre el uso del agua de 2.714 plantas –en su mayoría árboles– de 174 especies.
Para eso, desarrollaron Sapfluxnet, una herramienta que mide el flujo de savia en las plantas en múltiples escalas de tiempo. Esta información permite estudiar la respuesta a la sequía y su posterior recuperación.
Según explicaron desde el INTA, entre la mayoría de las plantas terrestres la transpiración representa una pérdida inevitable de agua a la atmósfera.
“La transpiración es un proceso clave que acopla el intercambio tierra-atmósfera de agua, carbono y energía, determinando varias reacciones entre la vegetación y la atmósfera, como el enfriamiento por evaporación de la tierra o el reciclaje de la humedad”, ampliaron.
A pesar de su relevancia para el funcionamiento de la Tierra, la transpiración y su dinámica espacio-temporal están limitadas por las observaciones disponibles y no están bien representadas en los modelos.
En esto radica la importancia de esta base de datos que presenta una amplia cobertura bioclimática con biomas de bosques-matorrales y bosques templados.
Sapfluxnet es la primera base de datos global de mediciones de flujo de savia construida a partir de conjuntos de datos individuales aportados por la comunidad de especialistas. Fue estructurada para contener series de tiempo de flujo de savia, así como datos de los principales impulsores hidrometeorológicos de la transpiración junto a metadatos que documentan diferentes aspectos de la planta.
Para su desarrollo, los investigadores armonizaron y controlaron la calidad de los conjuntos de datos aportados desde distintas latitudes, entre ellas la Argentina, en un flujo de trabajo de datos semiautomático implementado en el lenguaje de programación R.
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— Telégrafo (@telegraficos) August 9, 2021
“Se necesita una mejor comprensión de la transpiración y su regulación a lo largo de gradientes ambientales y entre especies para predecir las trayectorias futuras de los flujos de evaporación de la tierra y el funcionamiento de la vegetación en condiciones de mayor sequía impulsadas por el cambio global”, indicó Pablo Peri, coordinador del Programa Nacional Forestales del INTA.
En esta línea, agregó que desde el organismo nacional “brindamos información de los bosques de Nothofagus de la Patagonia, basados en mediciones realizadas en el marco de la red de Parcelas de Ecología y Biodiversidad de ambientes naturales en la Patagonia Austral”.
Funcionalidad y potenciales aplicaciones
La armonización de todos los conjuntos de datos permite realizar procedimientos básicos semiautomatizados, garantizando calidad. También se creó un paquete de software que brinda acceso a la base de datos, permitiendo una fácil visualización de los conjuntos de datos así como realizar agregaciones temporales básicas, de acuerdo a lo informado desde el INTA.
Asimismo, los expertos señalaron que existen múltiples aplicaciones potenciales de la base de datos para evaluar las tasas de uso de agua de toda la planta y su sensibilidad ambiental, tanto entre especies como a nivel intraespecífico.
Además, “permite entender los roles de la demanda evaporativa y el contenido de agua del suelo, así como el control de la transpiración a nivel de la planta, complementando estudios recientes que analizan cómo el suministro y la demanda de agua afectan la evapotranspiración a nivel del ecosistema”, enfatizaron.
Si se combinan con las mediciones del potencial hídrico, los datos del flujo de savia también se pueden utilizar para estimar la conductancia hídrica de toda la planta y estudiar su respuesta a la sequía, así como la recuperación del estado hídrico de la planta después de la sequía.
“Esta base de datos proporciona la primera perspectiva global del uso del agua por plantas individuales en múltiples escalas de tiempo, con aplicaciones importantes en distintos campos que van desde la ecofisiología de las plantas hasta la ciencia de la Tierra”, concluyeron.