Acoso en Pinamar: “Por una simple denuncia no vamos a apartar a un funcionario”

Las lamentables declaraciones, en un país donde se denuncian cerca de 50 ataques sexuales por día y una mujer muere asesinada por cuestiones de género cada 30 horas, pertenecen al secretario de Gobierno de la municipalidad de Pinamar, Guillermo Benítez. Se enmarcan en la denuncia penal de una empleada municipal hacia el director de Empleo, Pablo De Filippis, a quien acusó de haberla manoseado en una oficina.

Benítez fue consultado sobre el caso por Canal 4, mientras sus dichos fueron replicados íntegramente por el diario El Mensajero (aquí se puede leer la entrevista completa). Lo primero que hizo fue calificar a los hechos denunciados como “un inconveniente de índole personal con otro empleado que es funcionario político”.

La decisión del municipio ante la denuncia fue no apartar a De Filippis de su cargo, sino cambiarlo de edificio para que no se cruce con la víctima. De hecho, en la web oficial de Pinamar se puede ver una modificación en el organigrama: la dirección de Empleo ya no depende de Desarrollo Social, sino de la secretaría de Gobierno.

Al explicar esto, Benítez sostuvo que “de manera preventiva”  el funcionario “supuestamente” involucrado “no tiene la posibilidad de ingresar al edificio”. “En estos supuestos hay que investigar la verdad de los hechos”, siguió el titular de Gobierno y mientras instó a esperar una resolución de la Justicia, entendió que “nosotros por una simple denuncia no vamos a apartar a un funcionario político”.

Por otra parte, Benítez señaló como una particularidad del caso el hecho de que “supuestamente estaban estas dos personas solas”. “No hubo ningún testigo de manera directa para que pudiera testificar y aclarar la situación”, se lamentó.

Al minimizar la gravedad de lo que podría haber ocurrido, el funcionario que responde al intendente Martín Yeza advirtió que “lo único que queda es que la Justicia penal investigue y determine si hubo o no delito” ya que “el abuso sexual es una figura muy amplia, va de un simple rozamiento no consentido hasta hechos más severos hacia la integridad física de la otra persona”.

 

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