Descontrol de cuatriciclos en Pinamar: el video que derivó en una causa penal
El hecho sucedió recientemente en las playas de Pinamar, puntualmente en la localidad de Montecarlo que se encuentra al norte del partido, donde se organizó un encuentro privado de “picadas” de cuatriciclos. Tras la viralización de un video, se formó una causa penal en la que se logró identificar al organizador del evento y a uno de los conductores que realizó peligrosas maniobras.
Las imágenes, difundidas por el canal local TelpinTV y replicadas luego por la señal TN, hablan por sí mismas. Dos vehículos policiales areneros en medio y un hombre, sin medida de protección alguna, los rodea a toda velocidad en un cuatriciclo. También se puede observar cuando roza a un grupo de transeúntes y los llena de arena, y a menores conduciendo estos rodados.
Según las fuentes consultadas por Telégrafo, la situación fue advertida inicialmente por el director de Seguridad en Playa de Pinamar, Carlos Morina, quien denunció que en un lugar identificado como la olla Nº 1 visualizó carreras de motos, cuatriciclos y UTV.
Según lo que pudo saber este medio, al llegar hasta el sector de playa, los UTV policiales observaron las peligrosas maniobras, pero al verse superados por la cantidad de cuatriciclos involucrados decidieron no empezar una persecución, a fin de evitar accidentes.
Tras el aporte fotográfico del funcionario, las autoridades judiciales continuaron con las tareas de investigación y se hicieron con el video que se viralizó. A partir del mismo se pudo identificar al organizador del evento ilegal, que también se ve en las imágenes a bordo de una camioneta Amarok. El mismo está domiciliado en la localidad bonaerense de Merlo y huyó del lugar al notar la presencia policial.
También se individualizó al imprudente conductor del cuatriciclo, oriundo de Villa Fiorito, aunque de acuerdo a las fuentes judiciales el mismo ya no estaría en Pinamar. La causa iniciada es por infracción al artículo 193 bis del Código Penal, que impone prisión e inhabilitación para conducir a quien cree “una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor”.