Salvarle la vida a un gigante: 15 fotos de otro rescate espectacular

El rescate de la ballena jorobada que permaneció 28 horas varada en Mar del Tuyú fue la historia del fin de semana. Las posibilidades de que el cetáceo de casi siete toneladas volviera al mar eran escasas, pero el trabajo sin descanso de un equipo de más de 30 personas logró un final feliz. Una ardua tarea retratada en 15 fotos espectaculares.

Las imágenes difundidas por el área de prensa de la Fundación Mundo Marino –cuyos rescatistas encabezaron el operativo junto a personal de Prefectura Naval, municipio de La Costa, Defensa Civil, guardavidas y voluntarios- muestran los esfuerzos realizados para que la misión llegue a buen puerto.

El varamiento de la ballena fue alertado el sábado a la mañana por un vecino de la zona, quien rápidamente se contactó con los profesionales de la FMM. Al lugar acudieron los biólogos y técnicos de esa institución, a los que se fueron sumando luego los colaboradores de los distintos sectores.

La bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino, Karina Álvarez, relató que no hubo éxito durante los primeros intentos de llevar al animal hacia el agua, dado que estaba varada en la orilla. Allí intervino entonces una retroexcavadora.

A pesar de contar con la cantidad suficiente de agua para poder flotar, la ballena jorobada no movió sus aletas pectorales ni su cola y el oleaje la devolvió a la orilla. “No tenía la fuerza para impulsarse y salir”, explicó la bióloga y una de las profesionales que estuvo presente durante todo el operativo.

La noche detuvo las medidas de rescate y, a partir del protocolo de seguridad para estos casos, se montó una guardia que se quedó en la costa junto al cetáceo. Para la mañana del domingo, el animal se encontraba varado en la orilla totalmente apoyado sobre el sustrato arenoso.

El panorama no era para nada alentador, pero se apeló a una última estrategia: el equipo coordinado por los expertos de la Fundación Mundo Marino logró ubicar las cinchas debajo del pesado animal para que la retroexcavadora pudiese moverlo a un lugar del mar con mayor profundidad.

Desde la FMM explicaron que si bien esto ayudó, se necesitó otro recurso para intentar que el animal pudiese pasar la rompiente, por lo que se sumó una embarcación que logró desplazar al cetáceo aguas adentro donde el animal recuperó sus fuerzas y logró nadar por sus propios medios ante la emoción de los rescatistas.

“Fueron necesarias 28 horas de un arduo trabajo en equipo de más de 30 personas comprometidas y apasionadas persiguiendo un solo objetivo: salvarle la vida a un gigante”, concluyeron.

 

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