Desbaratan un serpentario ilegal con miles de ejemplares exóticos
Detectives del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina desbarataron un mega serpentario ilegal oculto en una vivienda de Villa Urquiza, en la Ciudad de Buenos Aires. Rescataron miles de ejemplares exóticos por un valor superior a los 80 mil dólares.
Los agentes dieron con serpientes venenosas y constrictoras, tarántulas, escorpiones y otros insectos exóticos. Eran producto del tráfico ilegal internacional, con valores millonarios en el mercado negro.
La investigación comenzó el miércoles pasado, cuando en el marco de un control automotor en la localidad de Ciudad Evita, se demoró a un masculino. El mismo poseía oculta entre sus pertenencias dos culebras vivas y otras doce muertas, presuntamente destinadas para alimento de las primeras.
Rápidamente se solicitó la colaboración del Departamento Delitos Ambientales. Al arribar al lugar y hallarse con ese panorama, procedieron de inmediato al secuestro de sus pertenencias y teléfonos celulares. Asimismo, rescataron a las serpientes exóticas halladas en el interior de la mochila.
El hombre, de 40 años, fue detenido y se lo imputó por infracción a la Ley de Protección de Fauna Silvestre (22.421) y la Ley de Maltrato Animal (14.345). No obstante, horas más tarde recuperó su libertad.
Serpentario y criadero de roedores
Ante este primer hecho que llamó la atención de los investigadores, se continuó trabajando en el caso. Así, se determinó que las especies eran exóticas, originarias de regiones de Centroamérica.
Por eso se dispuso la realización de cuatro allanamientos. En uno de ellos se halló nuevamente al sujeto detenido en un comienzo.
Los agentes se encontraron con que el mismo tenía en su vivienda recintos acondicionados para la cría de una gran variedad de serpientes. También se identificaron reptiles como iguanas, lagartos azules provenientes de Centroamérica, varanos de África, serpientes pitón y boa arcoiris, ambas constrictoras. Y serpientes venenosas como culebras y yarará, escorpiones, alacranes y tarántulas venenosas de la región del Sur, Centro y Sur del Norte de América.
Para gran sorpresa de los investigadores, en la finca también existía un criadero de cientos de roedores hacinados en envases plásticos dispuestos desde el piso hasta el techo de la vivienda. Se presume que estos eran destinados a ser alimento de las serpientes.
En tanto, también se incautó una cantidad incalculable de insectos exóticos de considerable tamaño, como cucarachas y gusanos originarios de distintas partes del mundo. Eran criados en cajas y otros recipientes dispuestos para tales fines, los que también se comercializaban y utilizaban como alimento de las otras especies ya nombradas.
Una quinta parte de las especies terrestres es víctima del comercio internacional
Las Brigadas destacadas en el allanamiento, también lograron secuestrar documentación relevante para la causa, que daba cuenta de la existencia de un serpentario ilegal destinado al tráfico internacional de animales.
En este marco se incautaron armas largas y municiones. Se logró establecer que el valor en el mercado negro internacional de todos estos ejemplares ascendería a la suma aproximada de 81.300 dólares.
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