Alejandro Arce, el artista detrás de las impactantes esculturas de arena
Es muy probable que vecinos y turistas que pasaron algún verano en la costa atlántica se hayan cruzado con una escultura de arena que los dejó impresionados por su tamaño y perfección. Sin embargo, no todos saben que el hombre detrás de los impactantes dinosaurios, camaleones, delfines, yacarés y otros tantos animales es Alejandro Arce.
Nacido en Bariloche, dejó su puesto de técnico en la Comisión Nacional de Energía Atómica y con él un futuro asegurado, para dedicarse a su verdadera pasión: el arte efímero. Se define a él mismo como artista y escultor, y también es docente de la Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires.
Desde chico Arce disfruta de crear dibujos de la naturaleza y luego de incursionar por diferentes áreas se dedicó al ‘land art’ o arte con arena. Hace dibujos gigantes como mandalas y esculturas de gran tamaño, llegó a construir un pulpo de 3,5 metros de alto en Portugal.
Sabe que sus obras son efímeras porque un viento, la lluvia o incluso una ola pueden borrarlas en pocos segundos. Pero eso no le importa. Convirtió a sus redes sociales en su galería de arte y es allí donde pueden verse todas sus creaciones.
Alejandro Arce participó de una nueva edición de la Fiesta de la Diversidad Cultural de Villa Gesell. Hace una década que el municipio lo convoca para compartir con los visitantes sus producciones. En esta ocasión realizó un grupo de delfines en la intersección de la avenida 2 con el paseo 105. Iluminados con luces azules y rosadas, los animales marinos fueron fondos de decenas de selfies.
“Me gusta trabajar con animales y sobre todo con aquellos en peligro de extinción”, contó el hombre a Telégrafo. Su última obra la realizó en partes durante todo el fin de semana largo. “Hago una escultura por día para que la gente pueda observar y ser parte del proceso”, subrayó.
¿Cuál es el secreto para que no se desarme?
La pregunta que seguramente se hace toda persona que se cruza con las esculturas de Alejandro Arce es cómo logra que las mismas no se desarmen.
“El secreto es compactar”, respondió el artista y explicó que “se tiene que compactar primero, hacer como una piedra de arena y una vez que está hecho eso hay que tallarlo”.
Aclaró que “todo lo que se desmorona después no se puede arreglar”, por eso es un trabajo minucioso que precisa de grandes cantidades de paciencia.
Esta técnica requiere de armar una torre de arena compactada primero con contenedores que luego son quitados para comenzar el tallado. En su canal de Youtube se puede ver cómo logra la forma deseada paso a paso.
“Existe otro método que yo no uso y es la típica torre de arena en la que luego se van agregando cosas”, comentó el escultor.
Alejandro Arce es artista asegurado de los veranos en Mar del Plata, Pinamar, Villa Gesell, y otras localidades turísticas de la costa atlántica. Pero su nombre y sus obras son también conocidas en la Patagonia argentina y otros tantos destinos del país y Latinoamérica.
Participó más de una vez de la Bienal Internacional de Esculturas del Chaco y pasó por diferentes fiestas nacionales de Uruguay y en 2012, después de la erupción del volcán Puyehue, lo convocaron de Bariloche para hacer esculturas con la ceniza volcánica.
Aunque cuenta que la ceniza fue uno de los materiales más difíciles que le tocó trabajar, por la cantidad de agua que absorbía y lo complicado de compactar, lo logró, aunque con figuras más pequeñas.
El maestro del ‘land art’ también cruzó el continente y viajó a Europa para ser parte del Festival Intencionalidad de Esculturas de Arena de Portugal. También replicó un bar de arena que había logrado un verano en Pinamar, en una playa de Panamá a pedido de una marca de cerveza. En ambas oportunidades había barra, mesas y sillones.
Si bien la arena es su material favorito para trabajar, o al menos con el que más se entiende, dice Arce que a veces trabaja con otros materiales.
“Todo depende del lugar al que voy”, cuenta en diálogo con Telégrafo al recordar que el año pasado estuvo en el impenetrable chaqueño, en el parque nacional y como no sabía con lo que se iba a encontrar, produjo con lo que había en el lugar.
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