Un nuevo sospechoso quedó detenido acusado de ser el autor material del crimen de Beatriz Irma Zaramatti, cometido en marzo en Mar de Ajó. La víctima era la madre del concejal Sergio Santana.
Según informó la agencia Télam, el hombre de 62 años fue identificado como Jorge Walter Lasso Cicione. Una pericia genética reveló una correspondencia con ADN que se halló en el arma homicida, una bifera de hierro.
El detenido por el crimen de Zaramatti es de nacionalidad uruguaya. Asimismo, se lo detuvo en el mismo complejo de dúplex que administraba como propietaria la víctima y donde ocurrió el asesinato. Es que el sujeto era también su inquilino.
La detención de Lasso hizo que el primer apresado por el caso, el albañil Luis Alberto Almeida (39), otro inquilino del mismo complejo, fuera liberado por “falta de mérito”. No obstante, no quedó desvinculado de la causa y seguirá sujeto a la investigación, según aclararon fuentes judiciales.
El fiscal a cargo de la investigación, Martín Prieto, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de La Costa, dejó detenido a Lasso por los delitos de “homicidio agravado criminis causa” (matar para ocultar otro delito y lograra la impunidad) y “robo agravado por el uso de arma impropia”.
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La clave: el ADN
La clave del giro que se produjo en la causa estuvo en los resultados de los estudios de ADN que pidió el fiscal Prieto. Los mismos los realizaron los expertos del Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de Junín, uno de los laboratorios periciales que dependen de la Procuración General del Ministerio Público Fiscal bonaerense.
Entre todas las evidencias levantadas en la escena del crimen, estaba la plancha churrasquera circular de hierro, de 28 centímetros de diámetro y mango de madera. Según los forenses que hicieron la autopsia, fue el arma que se empleó para asesinar a Zaramatti de un golpe letal.
Este golpe se le aplicó sobre su parietal derecho, a unos dos centímetros por encima de la oreja, que además le dejó marcada en la piel la impronta de uno de sus perfiles.
“En la unión del mango de madera y la parte metálica de la bífera, los peritos hallaron lo que se denomina un ADN de contacto. Ese patrón masculino fue cotejado con el perfil genético del primer imputado y con el de otros allegados y sospechosos y dio positivo con Lasso, lo que lo incrimina como autor del homicidio”, explicó a Télam una fuente judicial.
El resultado llegó a la fiscalía el viernes pasado, por lo que, al día siguiente, por pedido del fiscal Prieto y con orden del Juzgado de Garantías actuante, se ordenó la detención de Lasso.
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La detención
El sospechoso fue apresado por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores y de la Sub DDI de La Costa en un domicilio de la calle La Margarita 525 de la localidad de Mar de Ajó.
Los pesquisas tienen acreditado que Lasso solía concurrir al bingo de su ciudad y ahora se investiga si tiene algún problema de ludopatía que pudiera tener relación con el móvil del crimen. Es que el asesino de Zaramatti se llevó entre 250 mil pesos y 1.000 dólares que ella guardaba en un placard.
En el allanamiento donde fue detenido, al imputado se le secuestró un teléfono celular marca Samsung modelo Galaxy J7, que ahora está siendo peritado. Al ser indagado, Lasso hizo uso de su derecho y se negó a declarar ante el fiscal Prieto.
Posible cómplice
Cabe recordar que a Almeida, el primer imputado por el crimen de Zaramatti en Mar de Ajó, se lo detuvo a partir de una serie de videos de cámaras de seguridad. Allí se lo veía ingresar y salir del lugar del crimen en reiteradas oportunidades. Por ese motivo, fuentes judiciales indicaron a Télam que “se lo va a seguir investigando”.
“No descartamos que haya actuado como cómplice. Estamos investigando si tenía vínculos con Lasso”, aclaró el mismo informante.
El cadáver de Zaramatti (78), profesora de educación física jubilada, fue hallado el 27 de marzo en una de las unidades de un complejo de dúplex ubicadas en la calle Blanco Encalada 1047, en Mar de Ajó, de los que era propietaria, que administraba y donde vivía sola.
El crimen lo descubrió su propio hijo, el concejal Santana, vicepresidente primero del Concejo Deliberante del partido de La Costa. En ese momento, el edil estaba preocupado porque no le contestaba los mensajes, según declaró en la causa.
La mujer estaba tendida en el piso de la cocina y se presume que preparaba la cena cuando la atacaron. Una de las hornallas estaba encendida, y sobre la cocina, a un costado, había una olla con agua.
Autopsia e hipótesis
Según la autopsia, murió a causa de un traumatismo de cráneo que es compatible con un golpe sobre el parietal derecho con la plancha bifera que se incautó en el lugar de los hechos. La estimación forense de la data de muertees entre las 20 y las 23 del domingo anterior.
Desde el principio de la investigación, la principal hipótesis apuntó a un homicidio vinculado con un robo. En la vivienda faltaba dinero en una caja donde ella solía guardarlo y anotaba lo que ponía o sacaba.
Además, se estableció que, más allá de una silla caída, no se halló nada revuelto, y que el asesino ingresó “sin forzar nada”. Esto hace presumir a los investigadores que la víctima conocía a su agresor y le permitió el acceso a la casa.
En la casa encontraron tanto el celular de la víctima como cadenitas de plata, que no fueron robadas pese a estar a la vista.