Hasta el FMI lo advierte: el alto endeudamiento puede llevar a receciones prolongadas y alta desocupación
El cuestionado organismo analiza el nivel de endeudamiento que soportan los hogares en 80 países con una muestra que incluye tanto a economías desarrolladas como emergentes y comprobó que la deuda de los consumidores aumenta con rapidez.
La tendencia, advierte el Fondo Monetario Internacional, puede ser “peligrosa” a medio plazo porque eleva la inestabilidad financiera y las probabilidades de que se desencadene una nueva crisis bancaria.
La deuda media comparada con el grueso de la riqueza de los países avanzados creció significativamente, al pasar el 52% del PBI en 2008 al 63% en 2016. Esta expansión, de acuerdo con el FMI, refleja la política de dinero barato seguida por los grandes bancos centrales. El peligro, señalan, es que esta tendencia al alza se produce en un momento en el que la inflación se mantiene baja en buena parte del mundo y a los salarios les cuesta subir.
Tras el golpe de la Gran Recesión los niveles de endeudamiento de las familias se redujeron. Se vio en Estados Unidos y en economías avanzadas como la de España. Era como si los consumidores hubieran aprendido la lección. “No es el caso”, lamenta Nico Valckx, relator del estudio, “la rápida expansión que observamos puede ser peligrosa”, añadió el especialista en una publicación del diario El País de España.
“Los efectos adversos son mayores cuando la deuda de las familias es mayor”, indica Valckx. También son más pronunciados para los países avanzados, porque sus habitantes tienen un mayor acceso al mercado de crédito que en los emergentes. La deuda de las familias en este último grupo creció del 15% al 21% del PBI en el mismo periodo. Es, por tanto, un nivel tres veces inferior.
La experiencia de la última crisis financiera, como recuerda el autor del estudio, es que el alto endeudamiento puede llevar a recesiones más prolongadas y disparar las tasas de desocupación. También está el efecto de las bancarrotas que azotan el sistema financiero. El grueso de la deuda de los hogares está vinculada a las hipotecas, con más del 50% en el caso de las economías avanzadas.