Macri permite la amnistía fiscal a familiares de funcionarios
Cinco meses después de que entrase en vigor la normativa, el presidente Mauricio Macri, que era de movida uno de los impulsores en incluir a los familiares en la ley de blanqueo de capitales, pero que aceptó dejarlos afuera para conseguir la aprobación de la norma en el Congreso; firmó un decreto que modificó la ley y los habilita, poco después, a ingresar.
La decisión del líder del PRO, hijo de uno de los empresarios más ricos del país, fue denunciada ante la Justicia por la oposición y provocó malestar, incluso, entre algunos de los socios de coalición, miembros de la Unión Cívica Radical (UCR).
El decreto autoriza a cónyuges, padres e hijos menores emancipados a blanquear bienes en negro siempre que estuviesen incorporados en su patrimonio con anterioridad a la asunción en el cargo de su familiar.
La presentación judicial hecha en contra de Macri, fue firmada por varios legisladores peronistas y solicita a la Justicia investigar «la posible comisión por parte del Poder Ejecutivo Nacional del delito de abuso de autoridad«.
Aunque el presidente logró despegarse durante la campaña electoral de la imagen de poderoso empresario de su padre, Franco Macri, los negocios familiares provocaron una crisis a pocos meses de asumir en la Presidencia, cuando la firma Fleg Trading Ltd apareció en el escándalo de los Papeles de Panamá.
«Creo inconveniente cualquier forma de incluir a los ya exceptuados en la ley de blanqueo», escribió en Twitter el jefe del bloque radical en la Cámara de Diputados, Mario Negri, al respecto del polémico decreto.
Cambiemos «adolece de un déficit que, aunque reparable, no es fácil justificar: un frente que reúne tradiciones políticas diversas, debía haber asegurado la existencia de acuerdos programáticos», denunció por su parte el diputado Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl.
«Macri destroza la ley con un decreto para que su padre pueda blanquear plata», dijo también por la red social del pajarito el diputado, ahora del massimo, Felipe Solá. Para su colega Nilda Garré «no hay metáfora, gobierna para la familia».