Otra suba en los surtidores: el aumento en 2018 llegó al 70%
La petrolera Axion decidió subir el precio de sus combustibles hasta un 7 por ciento este viernes y, tal lo habitual en este tipo de situaciones, el resto de las compañías evalúa ahora seguir la misma resolución.
Shell ya confirmó que desde la medianoche de este sábado subirá los precios en promedio un 4,8% a nivel nacional.
Según fuentes de la industria, para alcanzar la paridad de importación el ajuste debería ser de 5 por ciento en naftas y 9 por ciento en gasoil. La intención de las empresas es repartir esos porcentajes en incrementos antes de fin de año.
En septiembre pasado hubo una fuerte caída en las ventas de las estaciones de servicio. Según cifras de la secretaría de Energía, la demanda de gasoil se contrajo un 10 por ciento interanual y la de nafta un 7,8 por ciento.
Párrafo aparte para el segmento de nafta premium, donde el desplome fue de 27,6 por ciento.
La estatal YPF aumentó sus precios hasta un 66 por ciento en lo que va del año y lo mismo hicieron sus principales competidores, como Shell y Axion (PAE).
Las petroleras como YPF y PAE tienen espalda para esperar antes de aplicar un nuevo aumento, pero las firmas que solo refinan combustible como Shell o Trafigura suelen presionar con más urgencia para alcanzar la paridad de importación: su margen se redujo por la suba del crudo, que estuvo por encima de la suba de los combustibles.
De todos modos, las empresas no pueden aumentar y despegarse de la competencia porque perderían mercado de manera acelerada. A YPF eso tampoco le convendría porque ya controla el 57 por ciento del mercado de las naftas y el 62 por ciento de gasoil y no quiere seguir concentrando mercado.
Además, si bien YPF en los últimos meses estuvo abasteciendo con normalidad a sus casi 200 estaciones propias y a las 1300 estaciones abanderadas que llevan su marca, su situación comenzaría a complicarse si la demanda crece por encima de lo habitual.