Tras el veto del intendente Gustavo Barrera al aumento en la tarifa del transporte público -oscilaba entre el 50% y el 100%-, un grupo de unas 40 personas llegó hasta el Concejo Deliberante para exigir que se vote el incremento. Según el Ejecutivo geselino, serían choferes de la empresa, ya que habrían descendido de dos colectivos de “El último Querandí”.

Ante este escenario, y tras sucederse una serie de “aprietes”, el jefe de Gabinete Nicolás Valdéz, radicó una denuncia penal en representación del Gobierno comunal. La misma va dirigida a quienes irrumpieron en el recinto durante la tarde de este lunes “para intimidar y amenazar a los concejales”.

Según indica la presentación, unos 40 individuos no identificados pero que descendieron de los micros de “El último Querandí”, realizaron aprietes verbales “bajo la advertencia que no dejarían salir a los concejales del recinto hasta que resuelvan tratar el aumento del boleto de colectivo”.

El intendente se hizo presente en el Concejo Deliberante y fue increpado por los trabajadores, quienes argumentaron que de no otorgarse la suba, 25 choferes se quedarían sin empleo. Barrera se amparó en el pliego de bases y condiciones para desestimar el reclamo, aunque prometió recibirlos durante la jornada de este martes.