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Barrera aseguró que la fiesta descontrolada de fin de año fue “espontánea”

Desde el municipio emitieron un comunicado vía Facebook en el que deslindaron responsabilidades y remarcaron que los desmanes fueron provocados por “algunas personas que habrían arribado con intenciones de robo y comenzaron a arrojar botellas hacia algunos edificios cercanos y automóviles”. En el mismo posteo, muchos vecinos mostraron su enojo por la falta de control y el estado de Villa Gesell. Pocas horas después, el comisario de la Seccional 1° fue apartado de su cargo por orden el Ministerio de Seguridad.

Tras los hechos acontecidos durante la madrugada de año nuevo cuando unos 5 mil jóvenes se congregaron en avenida Buenos Aires y Playa y todo terminó con botellazos, robos y la intervención policial, el intendente Gustavo Barrera buscó despegarse del conflicto. Es que principalmente se apuntó a la falta de control municipal y a la realización de una fiesta sin autorización ni medidas de seguridad.

“El Municipio lamenta que un encuentro de jóvenes que reciben el año nuevo se haya visto empañado por disturbios y destacamos que no era una fiesta sino un encuentro espontáneo, donde se dispuso la seguridad correspondiente”, resaltaron. No obstante, en el lugar se había montado una carpa con equipos de sonido y luces. Incluso los propios vecinos geselinos se mofaron de esta afirmación en las redes sociales.

En declaraciones a radio La Red, Barrera señaló que “hubo unos 20 inadaptados que fueron detenidos, alguna lesiones leves, por el cruce de botellas porque empezó así la pelea que se produjo”. Más allá de los dichos del poder político, los vecinos de Gesell hicieron hincapié en la necesidad de ajustar los operativos de control en las salidas de los boliches y en las fiestas en la playa, para evitar desmanes, ruidos molestos y la suciedad que se deja.

 

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