Denunció un secuestro y la entregaron a sus explotadores: 4 policías imputados

Los efectivos se desempeñaban en la seccional primera de Villa Gesell. Uno de ellos es Sergio Urrutia, el comisario que fue apartado de su cargo por el descontrol y la represión en los festejos de año nuevo. La víctima fue traída engañada desde Salta y retenida contra su voluntad en la ciudad. Logró escaparse y ser ayudada por un vecino, pero los policías la volvieron a llevar con sus captores.

Según informó la agencia Télam, la chica de 22 años fue captada en su provincia natal y traída a la costa atlántica con una promesa de trabajo. No obstante, una vez en Villa Gesell se le retuvo su documento y fue obligada a realizar tareas domésticas en un domicilio particular y en varios complejos de departamentos, además de sufrir maltratos y golpes.

El último viernes, la joven logró escapar y pedir ayuda a un hombre que esperaba el colectivo, quien la acompañó hasta la comisaría 1° para realizar la denuncia. De acuerdo a la información aportada, la víctima tenía no sólo lesiones físicas, sino también secuelas psicológicas y temía ser secuestrada nuevamente por sus captores.

A los efectivos, el comisario y otros tres policías, no pareció improtarles porque se dispuso reintegrar a la joven al mismo inmueble en el que estaba cautiva. Ante esa situación, el mismo hombre que la llevó a la seccional, se dirigió a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada en Villa Gesell, a cargo de la fiscal Verónica Zamboni, quien adoptó medidas urgentes para rescatar a la víctima.

Se dio intervención al personal de la Subdelegación Pinamar de la Policía Federal Argentina (PFA)y los efectivos realizaron un allanamiento y liberaron a la mujer, quien fue trasladada de urgencia al hospital de geselino, donde quedó internada durante algunos días con custodia policial.

La fiscalía requirió la intervención del Programa de Rescate y Acompañamiento de la Provincia de Buenos Aires que, con colaboración del propio Municipio local, trasladaron a la joven a su ciudad natal. También se supo que la madre de la víctima había radicado una denuncia penal por su desaparición.

Con estos elementos, la fiscal Zamboni imputó al comisario Urrutia y a otros tres policías de la dependencia por el delito de “privación ilegal de la libertad y encubrimiento agravado”, aunque hasta el momento no fueron detenidos.

 

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