Los artesanos de Pinamar ya tienen una ordenanza que los regula
Después de dos años de análisis y tratamiento, este miércoles en sesión especial, finalmente el Concejo Deliberante de Pinamar sancionó una ordenanza para regular el funcionamiento de las ferias de artesanos, productores artesanales y manualistas.
“Las ferias artesanales no son sólo el sustento de muchas familias, sino que además constituyen una intervención urbana cultural y turística muy valorada por los visitantes de nuestra ciudad”, señalaron los ediles, que avalaron la iniciativa de manera unánime.
La nueva reglamentación fue sancionada en vigor del crecimiento de la actividad y con el objetivo de transparentar la gestión y mejorar su funcionamiento.
De esta forma, la ordenanza crea las “Ferias Municipales de Artesanos, Productores Artesanales y Manualistas”, que podrán funcionar en espacios públicos de las localidades de Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y Cariló, a cielo abierto, siempre y cuando sean autorizadas y fiscalizadas por el Ejecutivo.
Para la organización, se creará una comisión asesora interferias y asamblea de artesanos, dado que se procura que las decisiones de funcionamiento se tomen de manera participativa. Éste órgano estará integrado por representantes del Departamento Ejecutivo, del área de Turismo y Cultura y/o de Producción; del Consejo Municipal de Políticas Culturales y por feriantes.
Dentro de sus funciones, deberá elaborar un reglamento interno en el que se establezcan las pautas de convivencia y funcionamiento de las ferias; y llevar a cabo un concurso de selección, evaluar los paños presentados por los feriantes y emitir dictamen para establecer el orden de mérito, entre otras.
Registro municipal
Por otra parte, la ordenanza indica la creación de un registro municipal de artesanos que tendrá dos categorías: residente y visitante. En la primera podrán inscribirse los mayores de 18 años, argentino o extranjero, que acredite, mediante documento de identidad, una residencia mínima de 2 años en Pinamar. Tendrán prioridad aquellos que acrediten discapacidad.
En la segunda categoría, podrán inscribirse los no residentes. Para ellos se destinará el 30% de los puestos de cada feria y una vez completado el cupo, los artesanos que no hayan obtenido un puesto permanecerán en el registro en calidad de aspirantes.
En cuanto a los permisos anuales, la norma establece un abono equivalente a 500 módulos -7.000 pesos a valor actual- por la explotación del puesto otorgado el cual se podrá pagar en hasta tres cuotas iguales.
No obstante, para el primer año de entrada en vigencia el valor será de 300 módulos para los permisionarios residentes, con idéntica modalidad de pago.
Por otra parte, será responsabilidad del Gobierno local proveer y garantizar en cada feria autorizada el diseño de la construcción de los puestos; el funcionamiento y mantenimiento de baños químicos, luces, recolección de residuos, limpieza, etc.; el mejoramiento del espacio público donde se encuentren emplazadas las ferias; la promoción de la feria; seguros y presencia de personal de guardia urbana.