‘Hablemos de suicidio’ y de una ley que necesita reglamentación

Los periodistas Marcela Ojea y Fernando Tocho, autores del libro de reciente publicación ‘Hablemos de suicidio’, brindaron una charla online convocados por el concejal de La Costa Martín Poustis. El foco estuvo puesto en las alarmantes cifras, la prevención y la importancia de que se reglamente la ley nacional en la materia, sancionada en 2015.

El concejal costero del Frente de Todos auspició de moderador en el encuentro que duró alrededor de 2 horas, tiempo especialmente motivado por la activa participación de la comunidad. 

En un principio, Poustis destacó que el suicidio es “un tema incómodo”, pero no deja de ser “una problemática de salud pública que afecta a todo el mundo”. “No siempre los gobiernos lo abordan de manera adecuada”, agregó el edil, quien instó así a “problematizar lo que nos pasa como sociedad”.

Luego presentó a Ojea y Tocho, ambos cronistas de exteriores de diferentes medios de la ciudad de La Plata, quienes comentaron cómo surgió la investigación -que comenzó hace 3 años- plasmada en el libro “Hablemos de suicidio”.

 

 

Los periodistas observaron, en su labor diaria, que se sucedían suicidios en la vía pública de manera cada vez más frecuente. El detonante fue el caso de una nena de 15 años que se quitó la vida en el Colegio Nacional de La Plata.   

Se decidieron así a avanzar en una investigación que comenzó con el relevamiento de datos, lo que primero evidenció la poca cantidad de información que surge desde los organismos públicos y al mismo tiempo, una “realidad cada vez más preocupante”.

También advirtieron que se trata de un “tema tabú dentro de la sociedad”. “Empezamos a notar que no eran hechos aislados, que eran situaciones que no se podían dejar de lado. Parecido a lo que pasaba con la violencia de género, que tenía que quedar puertas adentro y no hablarlo”, aseguró Tocho. 

Las señales

En su libro, los periodistas no solo buscan visibilizar la problemática, que afecta tanto a la población joven como de adultos y adultos mayores, sino también ofrecer una guía sobre las señales en torno al suicidio.

“En los procesos previos, las personas van dejando señales. Hay padres que hoy lloran a sus hijos y sienten mucha culpa por no haberse dado cuenta, pero nadie les dijo cuáles eran esos indicios”, recalcó Ojea.

En este sentido, recomendó prestar atención a situaciones como “cambios de conducta, personas que se encierran cada vez más, deciden dejar de verse con sus seres queridos o rompen relaciones”.

 

 

Además, agregó que es un tema “muy relacionado con la depresión”, pero que “se puede tratar si se aborda de manera correcta”. “Los expertos en prevención de suicidios aseguran que el 80% de los casos son prevenibles si se aplican las políticas de Estado necesarias”, sentenció. 

Una ley nacional en un cajón

La ley nacional 27.130 fue sancionada en marzo de 2015 y promulgada un mes después con el objetivo de prevenir el suicidio, acompañar a las personas que intentaron suicidarse y apoyar a sus familias.

Sin embargo, desde entonces nunca fue reglamentada, como tampoco la adhesión de la provincia de Buenos Aires a la legislación que aconteció en 2017. 

“Ambas están en un cajón”, señaló Ojea, quien en contraposición destacó a “los municipios decidan trabajar con este tema”. “Es un gran paso, es una forma de abordarlo y hacernos cargo como sociedad”, acotó.

A grandes rasgos, la periodista explicó que la ley habla de formar personal de salud; de que las obras sociales se hagan cargo de los tratamientos o el Estado, en caso de que la persona no tenga cobertura, como también de la pos atención; la capacitación en escuelas y lugares de trabajo; y la habilitación de una línea telefónica gratuita de escucha a situaciones críticas.

Sin reglamentación, y por tanto sin presupuesto, todos los aspectos de la ley caen en saco roto y por eso el libro ‘Hablemos de suicidio’ también hace hincapié en la importancia de avanzar en materia legislativa en este sentido, ya que la prevención salva vidas.

 

Si vos o algún familiar o allegado está atravesando una crisis emocional de cualquier tipo, siente que nada tiene sentido o se encuentra atrapado en una situación a la que no le encuentra salida, comunicate al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) ó bien al (011) 5275-1135 desde todo el país.  El llamado es personal, confidencial y anónimo.

 

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