En febrero del año pasado, un trabajador que integra la Asociación de Guardavidas de Pinamar fue despedido de un balneario privado y un reciente fallo insta a la empresa a la reincorporación, aunque aún no fue acatado.
Según informó el sitio Política Obrera, Joaquín Farina, además de militar en la entidad gremial también forma parte de la Tendencia del Partido Obrero.
Sería su actividad sindical la que habría provocado su despido durante el verano 2020, ya que fue uno de los paritarios que firmó el acuerdo salarial “que le torció el brazo a una intransigente patronal luego de una lucha de dos meses y medio”, de acuerdo a lo publicado.
Guardavidas de Pinamar y balnearios: la negociación paritaria sigue en tensión. https://t.co/NG7uWK80Tf pic.twitter.com/eQzzXsKO33
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“En represalia, la patronal Bosquemar Emprendimientos Turísticos SA -propietaria del hotel Terrazas al Mar y su balneario- lo despidió. Recientemente, nuestro compañero logró un fallo de reinstalación que la empresa se niega a cumplir”, enfatizaron.
Situación en Pinamar
Por otra parte, desde el Partido Obrero reseñaron la situación en la que se encuentran los guardavidas de Pinamar, la cual fue calificada como “compleja, en el marco de una temporada incierta y con la paritaria municipal que no termina de cerrar y la privada bajo conciliación obligatoria”.
En cuanto al ámbito municipal, detallaron que “se podría aproximar a un acuerdo que emparde a la inflación” y deje a los trabajadores “como los mejores pagos del país”.
Los guardavidas de Villa Gesell tendrán un aumento del 25%. https://t.co/1xgxNYLpO1 pic.twitter.com/ZrvZMJQ9tl
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No obstante, los guardavidas que se encuentran bajo la esfera privada se encuentran “muy lejos de una solución”.
“Las patronales privadas ofrecen 7% en enero y 7% en febrero. Se anunciaron medidas de fuerza y el Ministerio de Trabajo Nacional dictó conciliación obligatoria”, explicaron.
En esta línea, se recordó que el año pasado, el cierre de la paritaria requirió “de una lucha con tres jornadas de paro y cuatro de movilización, incluidas dos grandes marchas que unieron las lejanas playas de Cariló al sur con las que están más allá de la Frontera Norte -casi 20 kilómetros- para poder sacar al básico de la línea de pobreza”.
