La Sala Primera de la Cámara Federal de Casación Penal decidió este martes, por unanimidad, el sobreseimiento de todos los acusados en el juicio por la causa denominada “dólar futuro”, entre ellos, la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, y el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien era ministro de Economía de la Nación cinco atrás. Miguel Pesce, actual presidente del Banco Central, fue otro de los encausados.
La causa del “dólar futuro”, con imputaciones dictaminadas en 2017, se ajusta bastante a lo que suele definirse como “lawfare”, una política de uso de la justicia con fines políticos denunciada por CFK desde hace mucho tiempo, con epicentro final el pasado 4 de marzo, con un feroz alegato antes los jueces que entendieron en la causa.
La denuncia había sido presentada por parlamentarios macristas justo antes de la segunda vuelta electoral de 2015 y le correspondió la instrucción al ya fallecido juez Claudio Bonadío, enemigo público de Fernández.
En su fallo, el tribunal criticó la instrucción. En un voto particular, la jueza Ana María Figueroa fue especialmente dura con Bonadío: afirmó que había negado incorrectamente pruebas de la defensa y que su instrucción fue “incompleta y discrecional”.
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— Telégrafo (@telegraficos) April 6, 2021
El origen del asunto fue en una operación de la entidad bancaria por la que se vendieron casi 17.000 millones de dólares a futuro. Los diversos contratos tenían que liquidarse meses después, entre febrero y julio de 2016. El precio de venta acordado era de 10,8 pesos por dólar; cuando vencieron los plazos, el precio real era bastante superior y los inversores hicieron un gran negocio a costa de las reservas del Banco Central.
El Tribunal de Casación basó su fallo en una pericia encargada por el propio Banco Central (y rechazada en su momento por Bonadío) según la cual la operación de venta de dólares a futuro no causó merma a la entidad, con beneficios tanto en 2015 como en 2016.