Murió el genocida Miguel Etchecolatz: estaba condenado a perpetua

El exdirector de la Policía Bonaerense durante la última dictadura cívico militar, Miguel Etchecolatz, murió este sábado a los 93 años. Estaba condenado a prisión perpetua -9 veces- por crímenes de lesa humanidad. 

Su figura será recordada en la historia argentina por ser uno de los principales responsables y ejecutores del período más oscuro del país. Etchecolatz ordenó la tortura y muerte en 21 centros clandestinos que funcionaron en la provincia de Buenos Aires.




El genocida y represor murió a las 5.30 de hoy en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel. Allí se encontraba internado con custodia policial, según informó la agencia Télam.

Etchecolatz murió con múltiples condenas a prisión perpetua, acusado por diversos crímenes de lesa humanidad. Las sentencias fueron dictadas entre los años 1996 y 2022; y fueron unificadas en una pena única de reclusión.

La novena condena a cadena perpetua le llegó en mayo de este año cuando el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata lo condenó por los secuestros y torturas de siete personas en el excentro clandestino de Pozo Arana. Entre ellas el albañil Jorge Julio López, y los asesinatos de cuatro de esas víctimas, incluido Francisco López Muntaner, uno de los estudiantes secuestrados en La Noche de los Lápices.

 

 

Su nombre quedó asociado también con la desaparición de López, en plena democracia, luego que la declaración judicial del albañil en 2006 como testigo fuera determinante en una causa en contra del expolicía, y por la cual fue condenado a reclusión perpetua.

21 centros clandestinos

Etchecolatz fue director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires entre marzo de 1976 y fines de 1977. Desde su cargo coordinó los grupos de tareas así como los 21 centros clandestinos de detención que integraban el Circuito Camps; donde luego se comprobó que existió la mayor cantidad de detenidos desaparecidos del país.

Llegó a escribir un libro donde cuestionó el trabajo de la Conadep, bajo el título ‘La otra campana del Nunca Más’; y siempre que pudo se ufanó de haber participado de la “guerra contra la subversión”.

 

Etchecolatz murió condenado a prisión perpetua. (Fotos agencia Télam).

 

Hasta el 2006 contó con el beneficio de la prisión domiciliaria lo que en ese año le fue revocado por poseer armas de fuego. No obstante, en el 2017 volvió a contar con ese beneficio -que se hizo efectivo solo dos meses- hasta que en el 2018 fue revocado nuevamente.

El expolicía tuvo una hija, Mariana D. quién se cambió el apellido y marchó en 2018 junto a 500.000 personas contra el 2×1. Pidió también que su padre cumpla la condena en una cárcel común.

La muerte lo encontró a los 93 años en una cárcel común pese a que a principios de junio había sido beneficiado nuevamente con la prisión domiciliaria por diversos problemas de salud.



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