El portavoz del Kremlim, Dmitri Peskov, anunció que Rusia concretará la anexión de cuatro territorios que pertenecían a Ucrania: se trata de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, una decisión que recibió rápidamente el repudio internacional.
La novedad se conoce siete meses después de que el presidente Vladímir Putin dijera que la intención de Rusia no era conquistar regiones de Ucrania, cuando el 24 de febrero el ejército ruso lanzó su ofensiva sobre Ucrania.
La anexión formal a Rusia de los cuatro territorios que pertenecían a Ucrania se prevé para el martes 4 de octubre.
Sucede luego de diferentes referendos impulsados por el gobierno de Putin donde los residentes de las regiones separatistas votaron por el sí.
Estados Unidos y otros países occidentales que suministran armas a Ucrania para defenderse de la invasión de Rusia, han condenado los referendos como ilegales y ya afirmaron que nunca reconocerán los resultados.
Según Peskov, el presidente Putin pronunciará un discurso luego de la ceremonia de firma de los tratados de anexión con los líderes prorrusos.
💬#Zajárova: En las repúblicas de Donbás y las provincias de Jersón y Zaporiyia han concluido los referéndums de adhesión a Rusia.
☝️ Sus habitantes hicieron una elección libre, al expresar a todo el mundo su firme voluntad de estar a partir de ahora junto con Rusia. pic.twitter.com/NJi9qnXt9o
— Cancillería Rusia 🇷🇺 (@mae_rusia) September 29, 2022
Los cuatro territorios que pertenecían a Ucrania
Actualmente son cinco los territorios que aún ocupa el Ejército ruso luego de que el mes pasado Ucrania lograra avances geográficos y recuperara varias zonas que habían sido ocupadas por Rusia en los últimos meses.
En el caso de los territorios orientales de Ucrania, Lugansk y Donetsk, los mismos estaban bajo control de líderes separatistas ucranianos desde 2014.
Para el caso de los sureñas Zaporiyia y Jerson, se decidió desde Rusia instalar nuevas autoridades este año.
Las provincias son contiguas y conforman un corredor que va de Rusia hasta Crimea, la península del mar Negro que Moscú se anexionó en 2014.
Después de eso, la comunidad internacional -incluía Argentina-, nunca reconoció la soberanía rusa sobre Crimea.