Regresan al mar a tres lobos marinos, uno rescatado en Entre Ríos

Tres lobos marinos, uno de los cuales fue rescatado en el río Gualeguaychú hace dos meses, regresaron al mar en el partido de La Costa luego de superar infecciones y diversos cuadros de desnutrición.

Concretados sus salvatajes, los lobos fueron asistidos y recibieron cuidados veterinarios para ser posteriormente trasladados a las instalaciones de Mundo Marino, en San Clemente del Tuyú, donde se completaron sus procesos de rehabilitación.


Rescatado en la desembocadura del río Gualeguaychú

Entre los tres lobos marinos que regresaron al mar hubo un caso particular vinculado a un ejemplar macho juvenil de la especie arctocephalus australis.

Al animal lo hallaron en la desembocadura del río Gualeguaychú en la zona entrerriana de Primero de Mayo, cerca del municipio de Villa Elisa.

Transcurridos unos días, desde el centro de rescate de la fundación Tekove Mimba, coordinaron con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación su traslado, en primera instancia, a la fundación Temaikén donde se lo asistió y se le brindaron cuidados veterinarios.

Posteriormente, derivado a la fundación Mundo Marino, el lobo marino completó el proceso de rehabilitación para regresar al mar.

 

En la fundación Mundo Marino se completó el proceso de rehabilitación de los tres lobos marinos.

 

Juan Pablo Loureiro, veterinario director de la fundación Mundo Marino, brindó detalles de cómo llegó el animal a La Costa.

“Ingresó a nuestro centro de rescate el pasado 19 de septiembre decaído y con un cuadro de desnutrición moderada. Por suerte, rápidamente empezó a comer sólo, mostrando una buena actitud alimenticia y comportamental”, explicó.

“Detectamos tras una extracción de sangre que tenía un elevado número de glóbulos blancos y le realizamos un tratamiento con antibióticos”, agregó el especialista.

 

 

No es el primer caso de lobos marinos que aparecen en Entre Ríos

Según detallaron desde Mundo Marino no se trata del primer caso de un animal de esa especie que aparece en las aguas del río Gualeguaychú.

A mediados del 2020 cuatro lobos marinos de la misma especie y un elefante marino (mirounga leonina) también fueron rescatados en distintos cauces de agua dulce del citado río entrerriano, del río Luján, a la altura de Escobar, y en el delta del río Paraná, a la altura de Tigre.

Respecto a la causas de por qué estos animales pueden aparecer en zonas fluviales, Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del centro de rescate de la fundación Mundo Marino, explicó: “A lo largo de los años observamos que, en estos casos, siempre se trata de animales juveniles que no tienen compromiso reproductivo y cuya única responsabilidad es la búsqueda de alimento. Además, tanto el estuario del Río de la Plata, como la bahía de Samborombón, son áreas elegidas tanto por esta especie como por otras especies marinas por la gran oferta de alimento que poseen. Esto lo hemos corroborado a través de estudios de monitoreo satelital que hemos realizado en conjunto con la Universidad Nacional de Mar del Plata”.

 

Uno de los lobos marinos rescatados en los últimos meses durante su rehabilitación antes de retornar al mar.

 

Los casos de los otros dos lobos marinos rescatados

Durante la misma mañana de este último jueves también regresaron al mar dos lobos marinos de la misma especie.

Se trató de una hembra juvenil rescatada el pasado 10 de octubre por la fundación Ecológica Pinamar.

Al llegar a la fundación Mundo Marino, el animal evidenció un cuadro de desnutrición y deshidratación que pudo revertirse satisfactoriamente.

 

 

El otro lobo marino, macho y también juvenil, había sido rescatado el 14 de octubre por la fundación Rescate Verdemar de Villa Gesell.

Además de presentar un cuadro de desnutrición y deshidratación, el animal tenía una importante inflamación en la zona derecha de su mandíbula: “A través de una radiografía detectamos que tenía una fisura en su maxilar inferior derecho, por lo que le suministramos analgésicos, para aliviar el dolor, y antibióticos porque la zona inflamada supuró durante los primeros días que estuvo en nuestro centro de rescate. Creemos que esa herida se la pudo haber generado un golpe de origen antrópico o, no descartamos, una mordedura de perro”, explicó Juan Pablo Loureiro.


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