Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay han presentado formalmente este martes desde la ciudad de Buenos Aires su propuesta conjunta para albergar el mundial de fútbol en 2030, una iniciativa conformada hace cuatro años que será aceptada o rechazada por la FIFA en 2024.
La sede del mundial de fútbol de 2030 se definirá en el 74 congreso que la entidad internacional celebrará dos años antes de la copa del mundo que organizarán en 2026 Estados Unidos, México y Canadá, la primera con un formato que pasará de 32 a 48 equipos.
A 100 años del primer mundial de fútbol
Alejandro Domínguez, máxima autoridad de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), fue quien lideró el acto junto a los presidentes de las federaciones de los cuatro países aspirantes a celebrar el torneo.
El fundamento más importante de los postulantes se vincula con la historia, ya que en 2030 se cumplirá el centenario de la primera copa del mundo celebrada en Uruguay en 1930.
Aquel torneo se organizó con otros 12 equipos y tuvo un boicot masivo de las selecciones europeas. Los uruguayos, que vencieron en la final de esa copa a Argentina, venían de ganar los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928, competiciones que la FIFA reconoció entonces como mundiales al no tener un torneo propio.
“La FIFA tiene la obligación de honrar la memoria de quienes hicieron posible el primer mundial”, argumentó Domínguez en ese sentido.
Las falencias de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile
Al hacer uso de la palabra el ministro de Turismo y Deportes de la Argentina, Matías Lammens, fue sincero y reconoció que la región “no va a poder competir en términos económicos” con otros pretendientes a ser sede del mundial de fútbol en 2030.
El funcionario del gobierno de Alberto Fernández -quien invitó a Bolivia a sumarse a la candidatura-, apostó por la épica y resaltó: “Los argumentos que tenemos para defender esta candidatura son mucho más potentes que los materiales”.
La candidatura sudamericana se enfrenta particularmente a una conectividad entre países e infraestructura deportiva que deberá ser renovada y/o ampliada, lo que supone una inversión millonaria.
Las federaciones involucradas no han especificado ni el reparto de sedes, ni las ciudades y estadios en los que se albergaría la competición.
Algunos de los estadios que podrían ser sede del evento, como el monumental de River en Buenos Aires o el Centenario de Montevideo, experimentan procesos de remodelación para modernizar sus instalaciones y ampliar la capacidad de público.
Mundial de fútbol 2030: Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay buscan ser sedes
Las otras sedes postulantes para el 2030
Hasta ahora, la candidatura sudamericana para 2030 tiene un solo competidor, la apuesta conjunta de España y Portugal que han sumado posteriormente a Ucrania.
Arabia Saudita, según algunos reportes de prensa, también pretende competir por el evento pero oficialmente todavía no ha confirmado su intención.
